Una Catarsis o experiencia catartica es una experiencia interior purificadora,provocada por un estimulo externo...
Origen antropológico de la catarsis [editar]En ciertos lugares se practica el chamanismo, que es un conjunto de creencias y prácticas referentes a los chamanes. Los chamanes son considerados personas dotadas de poderes espirituales para sanar a los enfermos, etc. Uno de los papeles que interpreta el chamán, es el de recolector y preparador de las fuerzas benéficas que derrotarán a las fuerzas maléficas. La expulsión final de lo maléfico, frecuentemente viene acompañada de un simbolismo material. Es asà como el curandero exhibe un pedazo de algodón o un residuo cualquiera, que pretende extraer del cuerpo del enfermo. El chamanismo tiene analogÃa con aquellas operaciones rituales griegas en donde el objeto maléfico era extraÃdo. Este objeto extraÃdo los griegos lo denominaban katharma, palabra que significa además vÃctima sacrificial humana. Al katharma chamanista lo podemos mirar como provocador de la enfermedad que puede llevar a la muerte; en este sentido, es el provocador de la crisis. Mientras la curación viene a ser la expulsión de “impurezasâ€, unas veces espirituales (como los malos espÃritus) y otras materiales (como el objeto chamánico). Y asà como en las sociedades primitivas se pretendÃa restablecer el orden sacrificando a la vÃctima propiciatoria expulsándola, de la misma manera la curación viene dada por la expulsión del katharma.Con estos antecedentes, podemos ubicar ahora la palabra katharsis. Según el filósofo René Girard, esta palabra significa en primer lugar el beneficio que la ciudad obtenÃa de la eliminación del katharma. Antes de ser ejecutado, el katharma era paseado por las calles de la ciudad, para que atraiga sobre sà todos los malos gérmenes, y evacuarlos haciéndose eliminar él mismo.Se puede afirmar que Girard concibe al término catarsis como categorÃa o concepto que se refiere a expulsión. La categorÃa de expulsión se sustenta en la hipótesis antropológica de que, cuando las comunidades arcaicas entraban en crisis interna se volvÃan violentas, expulsando asà al supuesto causante del desorden. Sin embargo, dicho culpable frecuentemente era acusado injustamente, es decir venÃa a ser un chivo expiatorio. Por otra parte, dicha expulsión que ejercieron las comunidades primitivas, se seguirÃa efectuando a lo largo de la historia, incluso en nuestra Edad Contemporánea, pero con matices y formas de presentarse distintas.La catarsis y la medicinaUn remedio catártico produce la evacuación de humores o materias que son consideradas como nocivas. Usualmente el remedio es frecuentemente concebido como si participara de la misma naturaleza que el mal que provocó la enfermedad, de tal manera que se agrava el malestar, provocando una crisis saludable de la que surgirá la curación. En definitiva, nos encontramos con que la crisis llega a su paroxismo, para finalmente provocar la expulsión de los agentes patógenos junto con lo que sirvió como remedio.Según René Girard en la práctica medicinal actual este mecanismo se sigue efectuando y resulta eficaz. Lo podemos ver con más claridad en el caso de las vacunas y la inmunización. La intervención médica inocula o transmite un poco de la enfermedad, para que el organismo esté sano o en orden, de la misma manera como los ritos en las comunidades primitivas inyectaban algo de violencia precisamente para que la comunidad no caiga en la crisis violenta. Las revacunaciones o refuerzos corresponderÃan a nuevos modos de protección ritual – sacrificial. En otras palabras, nos encontramos con un pensamiento cientÃfico que lejos de ser “originalâ€, viene a ser hijo del pensamiento arcaico.La catarsis y el psicoanálisisArtÃculo principal: Abreacción
La terapia catártica o método catártico consiste en que el efecto terapéutico buscado es una purga, una descarga adecuada de los efectos patógenos. La cura permite al sujeto evocar e incluso revivir los acontecimientos traumáticos a los que se hallan ligados dichos afectos, y lograr la descarga de éstos por las vÃas normales, como el llanto.La risa como catarsisMás allá de la comedia que nos hace reÃr, de manera general la risa es una catarsis por cuanto viene a ser una forma de expulsión o evacuación muy común y natural. Una persona rÃe porque de una u otra manera siente que existe una amenaza a su capacidad de controlar su ambiente y a las personas que están en él, y hasta su capacidad de controlar sus propios pensamientos y sus propios deseos. Pero por el contrario, no reirá si dicha amenaza se hace muy real. De esta manera, las condiciones de la risa son contradictorias. Girard afirma que la amenaza debe ser por un lado, abrumadora y, por el otro, equivaler a la nada. En definitiva, para poder reÃrnos, debemos estar arriba a pesar de encontrarnos constantemente amenazados por quedar abajo.Para poder reÃr es necesaria una suficiente separación respecto al objeto de nuestra risa. Esta separación se presenta de distintas maneras: puede ser la separación del escenario en el caso de la comedia, o la separación que brindan las costumbres extranjeras, o el remoto pasado. Esta separación nos permite reÃr con impunidad y abandono, permite además sentirnos diferenciados de aquella vÃctima de sacrificio que no es otra cosa que la vÃctima de nuestra risa.Sin embargo, hay casos en los que no hay ninguna vÃctima de sacrificio que suscite nuestra risa y ponga la debida distancia entre nosotros mismos y las fuerzas interpersonales que nos amenazan. Éste es el caso en el que nosotros mismos somos objeto principal de nuestra diversión. Girard se refiere a aquella risa especialmente fÃsica, producida por peligros apenas aludidos, por accidentes a los que se ha escapado por un pelo, por curvas cerradas tomadas a velocidades superiores a lo que permitirÃa la prudencia. Pero además tenemos el caso en el que nosotros somos objeto de nuestra risa cuando nos enfrentamos a peligros simulados; es decir cuando el peligro es reproducido con gran realismo, pero a la vez con un alto grado de seguridad, como en los parques de diversiones.En cuanto al llanto y la risa, en la praxis moderna esta última es socialmente más aceptada, es decir la risa es la única forma socialmente aceptable de catarsis. Sin embargo, la diferencia entre ambas no es de esencia, sino sólo de grado. A pesar de eso, contrario al sentido común, tenemos un elemento crÃtico más agudo en la risa antes que en el llanto porque la risa más que las lágrimas parece acercarse más a un paroxismo que se resuelve en verdaderas convulsiones, una experiencia crÃtica de rechazo y de expulsión.
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