LOFT

Mientras Rodrigo Stambuk tocaba el bajo en Glup! durante los años '90, ya había elegido el nombre para su futuro proyecto e incluso firmaba con él. Era un nombre que aparecía impreso en pendones de nuevos edificios por todo Santiago: Loft. Contagiado del sentimiento pop, sabía que, tal como un hit, el nombre sería recordable, y en 2003 dio inicio a su grupo. Primero, de carácter personal y con canciones lentas, y luego con guitarras aceleradas más al estilo Blur y una temática expandida a temas sociales.
En su participación en el festival Play organizado por el animador y músico Sergio Lagos en 2004, Loft anunciaba un disco previsto para 2005, Capital soledad. Pero el disco nunca fue editado y las canciones no volvieron a ser tocadas. De hecho, el líder del grupo hizo un cambio total de integrantes y empezó a componer un repertorio nuevo, testeado con amigos en los ensayos. "Somos súper familia en ese sentido", explica. "Ahí nos damos cuenta que cuando a alguien le gusta una canción te lo dice al tiro y la pide en el próximo ensayo".
Tal como con el nombre de Loft, Stambuk se inspiró también en la ciudad para escribir sobre fenómenos sociales. Así hay letras sobre las nuevas tribus urbanas en "London boys" ("Ellos sueñan con comprar, ellos sueñan con viajar, escaparse de todo lo nacional, London boys, visual Tokyo girls") o las pandillas de algunas poblaciones de Santiago en "Diego" ("Diego tiene un arma y está a punto de usarla contra este puto mundo que lo margina y le da la espalda / Diego ya está muerto, fue una mexicana un tiro en la espalda en la Estación Central"), destinadas a un eventual nuevo disco de Loft.
—Macarena Lavín.