Cubrete el rostro y llora. Vomita. ¡Si! Vomita, largos trozos de vidrio, amargos alfileres, turbios gritos de espanto, vocablos carcomidos; sobre esta nauseabunda iniquidad sin cauce, y esta castrada y fétida sumisión cultivada en flatulentos caldos de terror y de ayuno. Cubrete el rostro y llora... pero no te contengas. Vomita. ¡Si! Vomita, ante esta paranoica estupidez macabra, sobre este delirante cretinismo estentoreo y esta senil orgia de egoismo prostatico: lacios coagulos de asco, macerada impotencia, rancios jugos de hastio, trozos de amarga espera... horas entrecortadas por relinchos de angustia.
En la eropsiquis plena de húespedes entonces meandros de espera ausencia enlunadados muslos de estival epicentro tumultos extradérmicos excoriaciones fiebre de noche que burmúa y aola aola aola al abrirse las venas con un pezlampo inmerso en la nuca del sueño hay que buscarlo al poemaHay que buscarlo dentro de los plesorbos de ocio desnudo desquejido sin raÃces de amnesia en los lunihemisferios de reflujos de coágulos de espuma de medusas de arena de los senos o tal vez en andenes con aliento a zorrino y a rumiante distancia de santas madres vacas hincadas sin aureola ante charcos de lágrimas que cantan con un pezvelo en trance debajo de la lengua hay que buscarlo al poemaHay que buscarlo ignÃfero superimpuro leso lúcido beodo inobvio entre epitelios de alba o resacas insomnes de soledad en creciente antes que se dilate la pupila del cero mientras lo endoinefable encandece los labios de subvoces que brotan del intrafondo eufónico con un pezgrifo arco iris en la mÃnima plaza de la frente hay que buscarlo al poema
...tangos...
Prefiero los diccionarios.
Veinte poemas para ser leÃdos en el tranvÃa CalcomanÃas Espantapájaros Interlunio Persuasión de los dias Campo nuestro En la masmédula
Maria Luisa