Alberto Carral

Escribí las canciones de OTRO MUNDO ES POSIBLE como un homenaje a los millones de niños y de jóvenes que cotidianamente son víctimas inocentes de los intereses de los poderosos y de su absoluto desprecio por la vida y por la naturaleza. En memoria de los cientos de niños quemados y desgarrados por el NAPALM del gobierno estadounidense en Fallujah; en solidaridad con los adolescentes de Paris y de toda Francia que no están dispuestos a convertirse en alimento del capitalismo salvaje; en complicidad con aquellos mexicanos que "hacen patria" en todos los rincones del país y también del "otro lado" de la frontera; en fin, a favor de todos los muchachos y los no tan muchachos que empujan pa'delante, que no se traicionan, que todos los días hacen algo -lo que pueden- por salvar a nuestro planeta y a su gente de la estupidez de los cobardes que no se representan ni a sí mismos. Creo que, por eso, la música de OTRO MUNDO ES POSIBLE es, a la vez, melancólica y esperanzadora, porque duele lo que pasa en el mundo, pero también conmueve lo que viene, lo que ya estamos atestiguando en Paris, en Seatlle, en Génova, en Chiapas y en tantos otros lugares.Alberto Carral