About Me
Caen las fichas.
Una empuja a la otra y esa a otra y continúan hasta el infinito.
El tablero es el universo.
En medio, nosotros, nuestras vidas ordinarias, brevÃsimas. Todo se mueve.
¿Y si aquella ficha, la primera, jamás hubiese abandonado su puesto, estarÃa sucediendo todo esto?
¿EscucharÃamos discos?
¿LevantarÃamos ciudades?
¿CaminarÃa asà nuestra especie?
Las preguntas estaban hace tiempo en la cabeza del músico regiomontano Chetes, quien consiguió, con su primer LP en solitario (Blanco Fácil, EMI, 2006) un éxito contundente no sólo en México, su paÃs natal, también en España, Argentina y Estados Unidos donde fue editado. El autor aprovechó una nueva visita al estudio para convertir esas interrogantes irresolubles en motivo recurrente de las canciones que conforman su nueva obra: “Intenté que el disco reflejara lo que estaba sintiendo. Muchos de los temas los compuse cuando estaba en el DF.
El efecto dominó es algo que tengo en la mente, y se aparece por varias canciones. ¿Qué pasa cuando uno tiene un destino?
¿Qué pasa con las variantes que hay en la vida? ¿Qué pasa con los planes? ¿Cómo serÃan las cosas de haber tomado otra decisión en el pasado?
Siempre quise hacer una canción que hablara de eso y hasta ahora se dio la oportunidadâ€.
Para grabar estas once piezas (más una recompensa que aguarda a quienes se mantengan en sus butacas hasta el final del disco) se suscitaron un par de retornos: primero el del equipo de producción, Ken Coomer y Charlie Brocco. Segundo, el del equipo de trabajo a Nashville, capital estadounidense de la música country, donde un imponente museo dedicado a la historia del género, con reliquias de Elvis y Johnny Cash, contempla la cotidianeidad de la segunda ciudad más poblada en el Estado de Tennessee. Una ciudad con poco más de medio millón de habitantes donde hasta el polvo es capaz de aparecerse con una buena tonada.
El músico mexicano llegó con un plan, se apareció en el estudio con maquetas previamente compuestas: “Como todo el año tuvo mucha acción, no tuve tanto tiempo para hacer los demos como acostumbro, grabando todo en forma similar a la versión final. Entonces grababa en hoteles o ahà en el departamento en el DF, en la computadora o en una cassetterita. Grabé todas las canciones que me parecÃan interesantes y después veÃa la reacción. No recorté muchas. Quité tres temas que tenÃa en demo. Decidimos sacar dos canciones que grabé en estudio y tenÃa mezcladas. Las guardamos para alguna otra edición o para sacarlas en algún soundtrack o lo que sea. QuerÃa que el disco sonara homogéneoâ€.
No sólo la cohesión entre las piezas, también la brevedad de las nuevas canciones hacen que Efecto Dominó se deslice veloz por los oÃdos; sobre esta narrativa que se toma pocos minutos para efectuar sus exposiciones el autor comenta: “QuerÃa hacer canciones todavÃa más cortas.
Me empecé a obsesionar con las canciones de los Beatles, como ‘Ticket To Ride’ que dura dos minutos y medio y tiene muchas partes. Me empezó a interesar mucho ese estilo que se practicaba en lo 50 y 60: se hacÃan canciones concisas, rápidas, que no cansaban.
Empecé a hacer mis propios ejercicios con temas cortitos.
A la hora de hacer el disco en varias de las canciones agregué más partes. La canción ‘Efecto Dominó’ tenÃa un solo verso. Estando en Nashville me aconsejaron añadir otro. Hice unos ajustes en ciertas canciones; mi intención fue hacerlo asÃ, más concisoâ€.
Las fichas continuaron su danza, una sobre la espalda de la otra. Adquirieron entonces la apariencia de instrumentos, sonidos, accidentes, bocetos, tonadas alegres a medio terminar. Ordenadas, tomadas de la mano mientras se dirigÃan hacia un destino que nadie podrá saber si fue casual o estaba previamente escrito cobraron vida y tuvieron nombres. Se convirtieron, por ejemplo, en “La primera vezâ€: “Esa canción la tenÃa en una maqueta muy básica: sólo la guitarra y un banjo. Estando en Nashville, los músicos entendieron de inmediato la idea de la canción. Ken decÃa que eran como unos borrachos tocando una canción antigua. La armamos a partir de primeras tomas. Grabamos un órgano y antes de que estuviera yo listo con una lÃnea, ya me estaban grabando. Todo está grabado asÃ, medio borracho. Eso le dio a la canción un sonido estilo Tom Waits. Aprovechamos el error aquel como un estiloâ€.
Otros experimentos llevaron al ex miembro del influyente conjunto Zurdok a nuevos sonidos mediante el empleo de viejas tecnologÃas: “El proceso de voz que usamos en ‘Fuera de lugar’ es un efecto analógico, se usaba mucho en los 60. No todo mundo tiene acceso a hacerlo de la forma correcta: con una bocina de órgano B3. Lo emplearon los Beatles en canciones como ‘Tomorrow Never Knows’. Durante las sesiones lo probamos, quedaba bien, nos gustó mucho y grabé con eso. Es un efecto analógico que suena mucho mejor que uno digitalâ€.
En otros casos, por ejemplo en la canción “Destinoâ€, se trató de condiciones no previstas las que condujeron al resultado final: “Dos dÃas antes de ir a grabar tenÃa una pequeña idea de esa canción. Básicamente el coro. No tenÃa trabajado ningún arreglo, nada. Sólo tenÃa los acordes, la melodÃa y algo de la letra. Me senté en el piano, la toqué para los músicos, grabamos en unas cinco tomas. Lo que se escucha es lo que se tocó. No tiene ninguna edición. Está tocado todo en el estudio. Cuando estaba tocando el piano ahÃ, me sentÃa muy emocionado de estar escuchando un arreglo que nació allÃ, totalmente espontáneoâ€.
A pesar de la cohesión presentada por la obra, Efecto Dominó se deja moldear por quien le escucha: Chetes está consciente de que, en estos tiempos de archivos intercambiables, la secuencia en que aparecen las canciones puede aceptar cambios: “TenÃa la idea de hacer las canciones pegadas todas. Después me di cuenta que iba a ser un poco complicado comercializarlo de esa forma: todo mundo pone los discos en el iPod y es algo complicado hacer que tenga sentido cuando va todo el disco pegado.
A mà el orden no me preocupa tanto cuando no hay una narrativa, una historia. Son canciones que pueden ir separadas en cualquier momentoâ€.
Y después del éxito previo, ¿existió algún tipo de presión? El compositor responde de esta forma: “No pues aunque a Blanco Fácil le fue muy bien, todavÃa falta mucho más. Estoy consciente de cómo están las cosas, entonces no ando soñando ni nada. SabÃa que la única forma como la gente iba a escuchar este disco y aceptarlo era haciendo algo honesto, no haciendo un disco donde parezca que quiero ser el más vanguardista, loco, o tener los éxitos del momento.
En mi mente el panorama estaba abierto, abierto, no hubo presiónâ€.
Y asÃ, esta secuencia de fichas que caen sobre los hombros de la siguiente, se transforma en una parte más pequeña de otra cadena más grande; este disco se convierte en una ficha que empujará a otras hacia su destino.
¿Cuál será?
¿Estaba previamente determinado, o ha intervenido de algún modo el azar?
Por lo pronto en esta cadena los coros golpean, algunas canciones son optimistas, se derrite una voz con una bocina vieja y en un descuido se aparece el diablo.
Por lo pronto todo se mueve.
Caen las fichas.
Por Julio MartÃnez RÃos.
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