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Frank Frazetta

"I did it my way"

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El 9 de Febrero de 1928 nace en Brooklyn, New York, hijo de emigrantes sicilianos, Franklyn Frazetta, más conocido por los amantes de la fantasía y la ilustración como Frank Frazetta… ¡el genio! Hoy en día sus imágenes se han convertido en tan icónicas, están tan integradas en el subconsciente fantástico de los lectores de cómics, que casi nos pasan desapercibidas, son tan “normales”… Evidentemente, Frazetta se convirtió en la medida para los demás artistas, que trataron de emularle y pocas veces lograron alcanzar la fuerza y la intensidad de sus pinturas y sus exquisitos trabajos en blanco y negro. Y es que Frazetta había nacido con un don: a los tres años vendía su primer “trabajo” a su abuela por un penique y a los seis dibujaba sus primeros cómics (a color), “Snowman” y “The Red Devil & Goldy”, muy elaborados. Para colmo, guaperas, atlético (muchas veces sería su propio modelo), mujeriego y gran jugador de béisbol, lo cual casi le cuesta al mundo de la ilustración una ilustre baja, cuando le fue ofrecido a los 17 años un buen puesto en los cadetes de los Giants con buenas perspectivas de jugar en las ligas mayores al año siguiente…

Su primer trabajo en el mundo del cómic fue para Standard, dibujando fondos, delineando viñetas, y borrando el lápiz bajo la tinta de artistas de la talla de Graham Ingels y George Evans. Ingels, director artístico de Standard, ve potencial en el joven Frank y lo alienta, pero problemas con la bebida le hacen perder el puesto. El propio Frazetta cuenta la anécdota de que el nuevo director artístico, Ralph Mayo, no estaba contento con su dominio de la anatomía, y así se lo hizo saber. Le dio un libro y le dijo: “Frank, tu material está muy bien, pero tienes que aprender algo de anatomía”. Frazetta se llevó el libro a casa y se pasó toda la noche copiando los dibujos del libro de la primera a la última página. Al día siguiente se presentó a Mayo y le dijo: “Muchas gracias, ya he aprendido anatomía”.
Esto da una idea del carácter de Frank, ese “lo quiero todo y lo quiero ahora”. Tanto en ese momento como en el futuro, el arte sería importante para él, sí, pero no más que tener el suficiente tiempo libre para dedicar a su familia, al deporte, a los amigos, a la diversión. Muchas de sus pinturas (algunas tan conocidas como su Death Dealer) son empezadas y terminadas en una sola noche, aunque también es cierto que su afán perfeccionista le lleva después (después incluso de su publicación) a realizar muchos retoques, cambios y añadidos sobre la misma tela que transforman completamente la obra. Y tal vez es esa inmediatez en trasladar la inspiración al lienzo la que hace que sus pinturas tengan tanta fuerza. Bueno, eso y que ningún otro artista ha logrado atrapar el instante exacto como Frazetta y dotar al mismo tiempo a los personajes de movimiento.
Pero todo esto sucedería después. De momento, Frazetta sigue trabajando con Standard y también con Prize Publications, D. S. Publishing, Magazine Enterprises y National (después DC Comics), mejorando a marchas forzadas y abarcando gran cantidad de títulos y temáticas. En los primeros 50 ya publica tiras de prensa (Johnny Comet), grandes portadas para EC, Toby Press y Prize Publications, y en 1952 sucede algo que transformará la vida de Frank: conoce a Eleanor (Ellie) Nelly, la que cuatro años después se convertiría en su mujer. En 1953 es contratado como “negro” por Al Capp para su serie Lil’ Abner, trabajo que ocuparía a Frank los siguientes 8 años y del que saldría escaldado. Tras su poco agradable marcha del estudio de Al Capp transcurre un período difícil en que no encuentra trabajo, según Frazetta, por estar en la “lista negra” de Capp. Además, Frank piensa que los años de trabajo en Lil’ Abner han hecho perder frescura a su dibujo y se enfrenta a una intensa crisis creativa y de confianza en sí mismo. Durante ese período, George Evans le ayuda a sobrevivir dándole algunos trabajos como entintador. Las palabras de elogio de Frank hacia George como profesional y como persona muestran hasta que punto llegó a considerarlo un grandísimo amigo. Finalmente Frazetta consigue encargos de manera más estable para revistas masculinas como Cavalcade, Gent y Dude, y para los libros eróticos de bolsillo de la editorial Tower. El gran Harvey Kurtzman se fija en el trabajo de Frank y le contrata para dibujar los cuerpos femeninos en su serie para Playboy, Little Orphan Annie, aunque a Hugh Hefner no le gusta el tono realista que imprime Frank en sus dibujos y prescinde pronto de su colaboración.
En 1962 sucedería algo que marca para siempre el rumbo artístico de Frank. Su gran amigo y gran artista, Roy Krenkel, que a pesar de su impresionante calidad tiende a subestimar sus capacidades, y que se encuentra saturado de trabajo, pide a Frank que le eche una mano, lo presenta a sus editores, Ace Paperbacks, y finalmente los convence para que permitan a Frank realizar algunas portadas de libros de fantasía, entre los que hay numerosas novelas de Edgar Rice Burroughs. Hasta entonces el grueso del trabajo de Frazetta se compone de dibujos en blanco y negro y algunas acuarelas, pero no duda en emprender esta nueva etapa como pintor completo, y a pesar de no llevarse bien con el editor, Donald Wollheim, consigue acabar convenciendo, ya que cada libro con portada de Frank se convierte en superventas, y en la editorial no paran de recibir correo de los fans. A pesar de la grata acogida por parte del público, a Frazetta hay algo que le pone furioso: la editorial se queda con los originales, que después vende en convenciones de ciencia-ficción, regala a determinados fans o incluso destruye. Como respuesta, la calidad artística de Frank va disminuyendo. Y es en ese momento, en 1964, cuando James Warren entra en la vida de Frazetta y se produce la explosión artística que le convertiría en uno de los más aclamados ilustradores de fantasía de todos los tiempos.
Warren, editor por aquel entonces de Famous Monsters of Filmland, ofrece a Frank la oportunidad de dibujar lo que quiera para su nueva revista, Creepy, pagándole lo mismo que Wollheim pero permitiéndole quedarse con los originales. Frazetta participa como dibujante en las páginas interiores de los números 1, 2 y 7 de Creepy, y además crea una serie de memorables portadas para la mencionada revista y para otras de la casa, Eerie, Vampirella y Blazing Combat, que se convertirán de algún modo en “marca de la casa” y que aún hoy permanecen en la mente de muchos aficionados. Frank vive un momento dulce, ya que tiene el trabajo asegurado, libertad para dibujar lo que quiera, los originales en su poder y el reconocimiento del público. ¿Se puede pedir más? Pues parece que sí, porque en 1965 se cruza en su camino cierto bárbaro cimmerio de ojos azules que le hará avanzar otro paso de gigante en su carrera.
Lancer Books, una editorial neoyorquina de novelas de serie B, compra los derechos de una serie de libros de Robert E. Howard con Conan el cimmerio como protagonista. Estos libros llevan tiempo reimprimiéndose con relativo éxito, e incluso se conoce una adaptación televisiva en 1961 de una de las historias de terror de Howard, tiulada “Pigeons from Hell”, llevada a cabo por Boris Karloff. Lancer observa el trabajo de ilustración de Frazetta para los libros de Edgar Rice Burroughs editados por Ace Paperbacks y le ofrecen el doble por ilustrar las historias del bárbaro, además de permitirle conservar los originales. Según Frazetta, el ofrecimiento llega justo en el momento preciso, y tanto el hecho de recibir tan elevada paga como el respeto de los nuevos editores, permiten que Frank se plantee alcanzar nuevas cotas de excelencia artística. Las portadas de Frazetta para Conan impresionan al mundo editorial y a la comunidad de ilustradores, y se convierten en uno de sus trabajos más conocidos y admirados. En 1966 Frank publica su primera portada para Conan y poco después, su amigo y colega Wally Wood le da unas palmaditas en la espalda y le pregunta directamente: ¿Cómo se siente uno al ser el mejor portadista del mundo? Un año antes, en 1966, Frazetta vive otro momento dulce. Una caricatura suya de Ringo Starr (más que caricatura es un retrato: la cara de Ringo no necesita hipérboles) llama la atención de United Artists, que contrata a Frank para realizar el cartel de la comedia What’s new Pussycat? (aquí, ¿Qué tal, Pussycat?), protagonizada por Peter Sellers y Peter O’Toole y guionizada por nuestro querido Woody Allen, que también forma parte del reparto. Por este trabajo Frank cobra lo que suele ganar en un año y se siente por fin financieramente seguro y capaz de mantener a su familia con su arte. A este trabajo para el cine seguirían otros como los carteles de After the Fox (Tras la pista del Zorro), dirigida por Vittorio de Sica y también protagonizada por Peter Sellers, Hotel Paradiso, con Gina Lollobrigida y Alec Guinness, The Busy Body (Un millón en un cadáver), primera aparición cinemátográfica de Richard Pryor, y The fearless vampire killers (El baile de los vampiros) de Roman Polanski. Con las habichuelas en la mesa más que aseguradas, Frank se podrá permitir el lujo en delante de seleccionar los proyectos en los que quiere trabajar, o incluso ofrecer pinturas que crea por placer para que después los editores las adecuen a sus publicaciones.
Frazetta decide que la vida en Long Island es demasiado peligrosa para su familia y se muda a Pocono Mountains, Pennsylvania en 1971, un lugar que los suyos odian al principio pero que pronto aprenden a disfrutar. Durante los años anteriores, diversas editoras amateur han estado imprimiendo pósteres y portafolios con pinturas de Frazetta, y Lancer logra vender en 1971 la nada despreciable suma de 100.000 copias de su ilustración Conan el aventurero. Ante tal perspectiva, en 1972 Ellie, la mujer de Frank, saca de debajo del colchón 6.000 dólares que ha ahorrado en secreto, y con las piernas temblorosas se dirige a un impresor con una ilustración de su marido, Worldbeater, debajo del brazo. No tiene la menor idea sobre impresión, venta o publicidad, pero funda Frazetta Prints, una empresa que de inmediato se convierte en un éxito y en adelante aportaría pingües beneficios a la familia Frazetta y cientos de magníficos pósteres y portafolios a los aficionados, una empresa absolutamente innovadora que allanaría el camino a los posteriores editores de arte fantástico.

Durante mucho tiempo, los libros de arte estuvieron reservados a los grandes artistas del pasado o a pintores convencionales. En 1975 Bantam Books publica The fantastic art of Frank Frazetta, con más de 40 láminas del autor. En unos pocos meses se realizan 6 reimpresiones del libro, con un total de más de 400.000 copias impresas. La editora, Bettie Ballantine funda junto a su marido Ian la editorial Peacok Press, que publicaría libros de ilustración fantástica de autores tan importantes como Arthur Rackham y James Bama gracias al éxito inicial conseguido con Frazetta. A este primer libro le siguen otros cuatro, publicados respectivamente en 1977, 1978, 1980 y 1985. Frazetta recibe también el reconocimiento de la crítica especializada, y en 1976 la prestigiosa revista de arte American Artist le cede su portada. Los ejemplares desaparecen de las estanterías en tiempo record. Ese mismo año le entregan el World Fantasy Award al mejor artista. En los 80 Frazetta es ya toda una leyenda viviente. Las estrellas de Hollywood (Bo Derek y su marido, Clint Eastwood…) van a visitarle para embarcarle en sus proyectos y las fans enfervorecidas le esperan en las paradas de autobús donde suponen que va a recoger a sus hijos. En el período comprendido entre 1981 y 1983, Frazetta colabora con Ralph Bakshi en la película de animación Fire & Ice, que aunque acaba siendo un auténtico fracaso en taquilla supone un interesante reto para el ilustrador. En 1985, la familia Frazetta inaugura el Frazetta Museum, un hecho sin parangón para cualquier otro artista vivo, y mucho menos para un ilustrador de fantasía. Desgraciadamente, el edificio sufre un incendio en 1995 (aunque ninguna de las pinturas sufre daños) y no reabre sus puertas hasta 1998. A finales de los 80, Frank vende los derechos de su personaje Death Dealer (¡un personaje a partir de una simple pintura!) a Tour Books, que produce una serie de novelas cuyas portadas serán realizadas por el artista.

Sin embargo no todo es alegría en casa de los Frazetta. En 1986 comienzan los problemas de salud. Frank había comprado un aguarrás de muy mala calidad y estaba trabajando a pleno rendimiento, el aguarrás había impregnado completamente su estudio durante dos semanas, hasta tal punto que su familia ni siquiera se atrevía a entrar. Pero Frank confía en su fortaleza y continúa trabajando hasta que de pronto empieza a sentir mareos, dolor, y un sabor en la boca que él mismo describe “como si hubiera entrado la Muerte”. Durante los siguientes 8 años Frank visita infinidad de doctores y se somete a todas las pruebas imaginables, su ansiedad no hace sino aumentar y pierde casi 25 kilos. Finalmente a alguien se le ocurre volver a comprobar su glándula tiroides y encuentran el problema: sus niveles de producción están por las nubes. Le prescriben el tratamiento habitual en estos casos y mejora notablemente, aunque son necesarios ciertos ajustes en la dosis de los fármacos hasta que consiguen encontrar la dosis adecuada. Una vez recuperado vuelve a la carga con portadas para revistas como Mad y Shi, subasta algunas de sus obras en Sotheby’s y Christie’s (que alcanzan, como no, cifras muy elevadas) y finalmente en 1994 consigue exhibir por primera vez sus pinturas en una galería de arte de New York. Robert Rodríguez y Quentin Tarantino le contratan para pintar el póster de Dusk till dawn (Abierto hasta el amanecer) y vende a Danzig (fundador de la mítica banda californiana de hardcore-punk Misfists) los derechos de su Death Dealer para la línea editorial de cómics del músico, Verotik, aunque no queda muy satisfecho con el tratamiento poco sutil que después se da al personaje. Durante la primera mitad de los 90, Kitchen Sink, Verotik y Frazetta Prints publican o reeditan gran cantidad de material del artista, y a finales de 1995 recibe el premio Spectrum Grand Master of Fantastic Art (auspiciado por Arnie y Cathy Fenner, editores de Underwood Books) en su primera edición. En 1998 se publica el libro del cual se extrae esta biografía, Icon: A retrospective by the Grand Master of Fantastic Art, que formará junto con Legacy: Selected paintings and drawings by the Grand Master of Fantastic Art (Underwood Books, 1999) y Testament: The life and art of Frank Frazetta (Underwood Books, 2001) una trilogía indispensable para cualquier admirador del artista, cuyo complemento ideal es el documental sobre su vida Frazetta: Paining with fire (2003).
Desde su problema con la tiroides, Frank Frazetta nunca volvió a ser el mismo, y algunos infartos recientes han hecho que pierda mucha capacidad de movimiento en su mano derecha y tenga que reaprender a dibujar con la izquierda. Aún así, nos deja un impresionante legado y una lucha por los derechos de autor que han creado escuela y han hecho ganar prestigio a los posteriores ilustradores de fantasía. Y qué mejor para terminar este repaso a su vida que una frase del propio Frazetta:“Para bien o para mal, lo que sí que puedo decir acerca de mi arte, si se me permite citar a Sinatra, es que:"I did it my way.”
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BIOGRAPHY (ENGLISH VERSION)
Consider this: Frazetta has not drawn a regular feature for either mainstream color comic books or daily newspaper comic strips for more than 40 years, yet he remains one of the most popular, admired and collectible of all artists. Perhaps no artist has proven to be as popular as Frazetta in the history of Bud Plant Comic Art, which has sold untold thousands of Frazetta items since 1970 and currently features more than a dozen books of the fantasy master's works.
Frazetta's career in color comic books effectively lasted less than a decade, and he was out of the field before he turned 30. But his body of comic-book work, as admirable as it was, turned out to be merely a prelude for his hundreds of classic creations of fantasy for paperback covers, black-and-white illustrations, books, paintings, movie advertising, posters, calendars and album covers.
Frazetta, who was born in Brooklyn, N.Y., on Feb. 9, 1928, spent his youth as an outstanding prospect in the world of both art and athletics. He once was considered a professional baseball prospect by the Giants when they were based in New York. But he instead committed at a young age to a lifetime of artistic endeavors, although he continued to play amateur baseball for many years and awed many of his friends with his skill well into his 40s.
Frazetta was 16 when he began his artistic career assisting the talented John Giunta in the Bernard Baily shop. Frazetta's first credits were on the obscure Snowman strip in the one-shot Tally-Ho Comics (1944). Snowman was based on Frazetta's own childhood creation when he was enrolled as an 8-year-old prodigy at the Brooklyn Academy of Fine Arts.
Comic book collectors spent extraordinary amounts of time exploring Frazetta's eclectic output during the early days of the hobby in the 1960s and '70s. Much of his wonderfully imaginative or whimsical comic book work had largely been forgotten by the mid-1960s before collectors took up the Frazetta banner.
During his 20s, Frazetta displayed his artistic versatility in his comic book work for Standard, DC, Magazine Enterprises, EC, Famous Funnies and others. He displayed the influences of the likes of fantasy masters Hal Foster and Max Raymond.
Frazetta drew text illustrations for Standard's funny animal strips and a Li'l Abner takeoff named Louie Lazybones in late-1940s issues of Thrilling Comics; a dozen or so Shining Knight strips for DC's Adventure Comics in 1950-51; the frontier strip Dan Brand and Tipi, and the Western strips Ghost Rider and Trail Colt for ME.
He also did a variety of one-shot stories, ranging from science fiction for DC to a comic-length epic for ME's Thunda #1 -- the only comic book entirely illustrated by Frazetta (both cover and art) and considered one of the most collectible of the era. Shortly before leaving comic books, Frazetta turned out eight magnificent Buck Rogers covers for Eastern Publishing's Famous Funnies #209-216 in 1954-55 and illustrated five stunning romance stories for Eastern's Personal Love during the same period.
Frazetta provided hints of higher aspirations with his Johnny Comet newspaper strip for the McNaught Syndicate in 1952, an underrated look at the dramatic life of an auto racer. He also assisted the esteemed Dan Barry with the Flash Gordon newspaper strip at about the same time. Frazetta began what some have said was a seven-year (1954-61) stint of work with Al Capp on Li'l Abner, although the curmudgeon Capp later insisted Frazetta had worked only a few months instead of years with him.
In the 1960s and early '70s, Frazetta rendered a handful of fondly remembered stories and 25 covers for Warren Publishing's black-and-white horror comics Creepy, Eerie and Vampirella along with the covers for the four issues of Warren's Blazing Combat. Before he worked for Warren, Frazetta also contributed figure work for Harvey Kurtzman's Little Annie Fannie strip in Playboy Magazine.
But as skilled as he was professionally and personally in the fandom community, Frazetta was almost entirely overlooked in the early books devoted to comic strips and comic books. Modern fans will find this difficult to believe, but Frazetta was not mentioned at all in Steven Becker's generally excellent Comic Art in America (1959), nor in The Penguin Book of Comics (1967) or in the superb The Comics (1974) by artist Jerry Robinson. Elsewhere, Frazetta was given exactly one line in Comics: Anatomy of a Mass Medium (1971), which was one of the first mentions of the artist.
Frazetta talked of being frustrated after he was told his style was "too old-fashioned" by comic book editors when he sought work in the early 1960s. In fact, many of the fans who enjoyed Frazetta's 1960s cover art for Ace's Edgar Rice Burroughs reprints and for Lancer's first Conan series were not even aware of Frazetta's earlier work. In recent years, however, Frazetta finally has been given his due.
His contributions for Warren are covered in the recently published The Warren Companion edited by Jon B. Cooke and David A. Roach. Frazetta's science fantasy work for Bill Gaines at EC (with Al Williamson) is detailed in Tales of Terror by Fred von Bernewitz and Grant Geissman (both of these highly recommended and praised books are available from Bud Plant Comic Art).
Frazetta is a major figure in an amusing and informative chapter by artist Nick Meglin in Tales of Terror entitled "Nick Meglin on Panic and Fleagles." Included is a stunning photo of a bare-chested Frazetta in his mid-20s, looking for all the world like Thunda come to life!
In addition, there is an outstanding essay on Frazetta and his wife, Ellie, in the monumental book of anecdotal comic book history, Between the Panels by Steve Duin and Mike Richardson (which rated Bud's highest recommendation).
In that essay, one of Frazetta's friends, Bob Barren, talked about how he marveled when watching Frazetta at work.
"It comes so incredibly easy to the guy," Barren said. "What always irritated me about him was that he didn't have to work like many other artists do."
Duin and Richardson selected this telling quote as an explanation from Frazetta: "I know that many artists are totally devoted," Frazetta once said. "They'd rather work than eat or sleep. But my art was something that I 'snuck in' from time to time, between living."
Between the Panels also includes a wonderful comment from Mike Kaluta, himself an artist of no minor repute:
"Frank Frazetta was just a monster talent," Kaluta said. "We've studied those pictures under red lights and blue lights, trying to break the covers apart and see how he did it. He could draw cellulite on the side of a model; put highlights on pubic hair without it being stiff. He could put fat where it belonged."
Over the years, Frazetta has hob-nobbed with many of the leading figures in the world of illustration, film and athletics. The wonderful poster book Frank Frazetta: The Living Legend, published for Frazetta prints in 1981, features many wonderful pictures of Frazetta and his family. Frazetta's print and poster business had made him wealthy by the time he was in his 40s. He has battled ill health in recent years.
Among the newest Frazetta items available is the signed and numbered Testament: The Life and Art of Frank Frazetta (also available in deluxe and super-deluxe versions). Testament is the final volume in the monumental trilogy that also includes Frank Frazetta: Legacy and Icon. Several other compilations of Frazetta's works also remain available, including the out-of-print Frazetta: A Retrospective along with the delightful Johnny Comet compilation from Eclipse and the first three books from Ballantine.
In 1982, one of the most interesting Frazetta projects occurred when the fantasy master and Ralph Bakshi co-produced the often-overlooked and underrated animated feature "Fire and Ice." Pre-eminent fantasy film critic John Stanley, who has authored five versions of his famed Creature Features Movie Guide, is a huge fan of this feature, which can be found on videotape.
Stanley's assessment: "Excellently animated sword-and-sorcery fantasy-adventure set in a world where evil ice king Nekron uses glacial spears to destroy his enemy, namely the kingdom of Firekeep. His mother Suliana orders the kidnapping of Firekeep's princess, a sexy number who is rescued by a young hero during a series of exciting adventures. What makes this outstanding is the superb art by Frank Frazetta, who worked under writer-producer-director Ralph Bakshi. The film was roto-scoped to give it that life-like quality within the context of animation. Comic book fans will especially groove on this."
Frazetta talked of his role in this unique film with comics historian Ron Goulart in The Great Comic Book Artists.
"We co-produced, and when I say that I mean we co-produced," Frazetta said. "I did a minimum of drawing, but I did a lot of teaching. I taught the animators how to draw like Frazetta, from the background artists right on down to the figure artists and the colorists."

My Interests

Please visit: www.frazettaartgallery.com

I'd like to meet:

All special fans!
THANK YOU!

Profile created by:S.Enfruns(Dedicated to our artistic father!)

FIRE&ICE

Music:

classic Music

Movies:

-Tygra,Fire&Ice(1983)Ralph Bakshi y Frank Frazetta
-PAINTING WITH FIRE(2003)
Frank Frazetta brought the color, dynamism, and eroticism of comic book art to the realm of sword and sorcery illustration and transformed art directors' notions of cover art in the process.Now tribute has been paid — in VHS/DVD format — with a handsomely produced documentary, "Frazetta: Painting With Fire."Comic book sensibility pervades the film, with details of Frazetta's work zooming across the screen, occasionally animated, accompanied by sound effects. The filmmakers have obviously gotten into the spirit of the thing: they have fun and so does the viewer, at least for the first hour of the 96-minute film.Frazetta comes across as rugged and matey, the lion in winter. His affectionate relations with his friends and family are a pleasure to observe. And the discussions of his work, its impact on younger artists and filmmakers, are both interesting and informative. If it veers a bit toward idolatry, well, these things happen.We follow Frazetta from his Brooklyn childhood and the development of his prodigious artistic and athletic skills, to his early years as an illustrator, ghosting the 'Lil Abner' comic strip. After that, Frazetta endured some difficult years as a freelancer before he struck gold with his seminal cover painting for Conan the Barbarian. Defined muscles for warriors and secondary sex characteristics for sirens woke up art directors. Frazetta became a sensation, eventually transferring his skills to the realm of movie posters, movie making, and sculpture.Talking heads abound: Cathy and Arnie Fenner, Brom, Bo Derek, Ralph Bakshi, John Milius, John Buscema, Simon Bisley, William Stout, Al Williamson, Bernie Wrightson, Forrest J Ackerman, Michael Kaluta, Dave Stevens, Mark Schultz, Kevin Eastman, Joe Jusko, Neal Adams, Glenn Danzig, and assorted members of the Frazetta clan, including Frank's 94-year-old mother! Happily, the high-spirited approach of the documentary keeps the viewer out of the numbing cul-de-sac of repeated commentary peculiar to this genre.The assembled artists gladly give Frazetta his due, tugging forelocks, citing his enormous influence on their work and field. Brom and Wrightson even show examples of their own work bearing the impact of the master. Greater generosity has no artist.Family movies and photos, accompanied by affectionate reminiscences by the artist's children, take the viewer into the bosom of the Frazetta family. Ellie, Frank's wife, muse, and business manager, seems to have decided to duck the camera. She is only captured onscreen occasionally, but her presence is felt in much of her husband's art, and most especially in the Frazetta Museum. Ellie Frazetta worked long and hard to make the museum a reality, and the handsome building sits upon their estate like a castle.The art is well served by the bright light of the TV screen, popping out details and colors. The producers have given the entire film a slick professional texture that is very easy on the eye. They also bring the comic book sensibility up close and personal — perhaps too close and personal — in the section entitled "Fighting for Life." Here Frazetta describes his protracted medical problems of the past two decades. The swelling music would have been sufficient accompaniment to the recitation of Frazetta's several brushes with death. The punctuation of his sobering statements by jokey details from his works creates a dissonant segment that should have been left on the cutting room floor.However, the coda to this section, in which Frazetta demonstrates his newly-developed left-handed sketching skills — a response to the stroke damage in his right hand — illustrates the meaning of guts and determination. What's more, the man can draw better with his left hand than most people can with their right. Impressive doesn't begin to describe it.By the last half hour, the commentators seem to be running out of steam. The requisite discussion of Frazetta's place in art history is touched upon, with some disagreements. One historian compares him to Leonardo da Vinci, which made me long to be a ghost in the machines of future art scholars, eavesdropping as they debate that enigmatic expression on Conan's face — is he smiling or isn't he?Despite these quibbles, Frazetta: Painting With Fire provides a generous, interesting journey through this powerful artist's life. Fans will love it.
Reviewed by Karen Haber.

Books:

-The Fantastic Art of Frank Frazetta: v. 1
-The Fantastic Art of Frank Frazetta: v. 2
-The Fantastic Art of Frank Frazetta: v. 3
-Icon
-Icon " A Retrospective By The Grand Master of Fantastic Art"
-Legacy
-Al Capp's Li'l Abner: The Frazetta Years: 1954-1955 v.1
-Li'l Abner: Dailies
-Lords of Destruction
-The silver warriors
-The Ultimate Triumph: The Heroic Fantasy of Robert E Howard
-Mystery in Space
-Al Capp's Li'l Abner: The Frazetta Years: 1960-1961 v.4
-Small Wonders: The Funny Animal Art of Frank Frazetta
-Johnny Comet
-Tooth and Claw (Frank Frazetta's Death Dealer)
-Al Capp's Li'l Abner: The Frazetta Years: 1956-57 v.2
-Lords of Destruction (Death dealer)
-Frazetta: Illustrations Arcanum (Illustrators Artbook Series)
-Frank Frazetta: Book Five
-Li'L Abner: Dailies: 024
-Frazetta Pillow Book
-Frank Frazetta/Book 5
-Al Capp's Li'l Abner: The Frazetta Years: 1958-1959 v.3
-Frank Frazetta- Book 2
-Frank Frazetta: Welcome Wall Calendar
-Fantastic Art of Frank Frazetta: v.4
-Frank Frazetta- Book 3
-The Solar Invasion (Captain Future)
-Kane in Darkness Weaves
-Prisoner of the Horned Helmet (Death Dealer, No1)
-Flash Gordon
-Frank Frazetta- Book 4
-Rise of the Death Dealer
-Plague of Knives (Death Dealer, No 4)
-Thunda Tales
-Art of Frank Frazetta 2004 Calendar
-Cal 97 Frank Franzetta
-The Frazetta Portfolio
-Frank Frazetta- Book Four
-Untamed Love
-Frank Frazetta: The Living Legend
-Testament: Life and Art of Frank Frazetta