BLACK SHEEP ATTACK

El afán por invertir los valores de la música, por adoptar tendencias ajenas y fusionarse con ritmos terciarios, ha degenerado en una maraña amorfa donde resulta imposible reconocer la esencia del género que inmortalizaría a Robert Plant, Ozzy Osbourne y Kurt Cobain.Es esta esencia lo que Black Sheep Attack recoge con éxito en cada una de sus canciones: un sonido fuerte, orgulloso y elegante, que despierte una mezcla de amor y odio en ebullición. Música que nos llega como el grito en mitad de la noche del que quiere despertar de su pesadilla personal. Letras que hablan de la desazón de vivir bajo el embrujo de falsos ídolos y ser conciente de esta esclavitud.Allí donde otros se pierden y al despertar descubren sus pantalones abajo, esta banda bogotana, fundada en Octubre de 2006, se mantiene fiel al sonido que los llevó a enamorarse del rock más puro y sublime. El rock que sonó, resuena y sonará siempre en el alma, mientras una oleada tras otra de tendencias pasajeras traten de dejar su espuma nauseabunda en nuestros oídos. ¿Cuál es el secreto de esta irresistible afinidad? Las canciones de Black Sheep Attack abordan los temas imprescindibles de nuestra cotidianidad, como el amor o el éxito y de nuestra espiritualidad, como el miedo interior o la soledad. Pero su arremetida (pues no se le puede llamar de otra manera a ese acercamiento rudo y altivo) llega desde un punto diferente al tradicional, con una poesía llena de figuras tentadoras, arriesgadas e incluso temerarias.La banda está compuesta por Harold Raymond (Voz, Bajo), Santiago Parra (Guitarra, Coros), Julian Martínez-V (Guitarra) y Germán Alfonso (Batería).Y es que ser una oveja negra en este mundo acorralado es una labor de pocos valientes. Ser una oveja negra es poder renegar con altura de las fusiones tediosas y las letras impersonales. Ser una oveja negra es cantar en la lengua materna del Rock: el inglés. Ser una oveja negra es rehusarse a acumular una tonelada paquidérmica de covers y esforzarse por sudar letras, ritmos y sonidos propios.Ser una oveja negra es desafiar los paradigmas incrustados en la mente de los melómanos. Por fortuna Black Sheep Attack existe para rebatir dos teorías que ya empezaban a oler a guardado: que los colombianos no podemos cantar en Inglés y que estamos incapacitados para hacer rock del bueno, del duro y del sublime......................Felipe Muñoz. Sept. 27 de 2007Myspace Layouts
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