Gerardo Gandini profile picture

Gerardo Gandini

gerardogandini

About Me


Reflexiones sobre el oficio del componer
Decidamos que la primera nota será un re. Los problemas comenzarán por la segunda. ¿Si ponemos una segunda? ¿Menor? ¿Mayor? A esta altura del partido me gustan más las mayores. Entonces puede ser un mi (o un do, si la pensamos para abajo).
La tercera nota es aún más problemática (la tercera es la vencida). Si es un sol sostenido - re, mi, sol sostenido - nos dará una sensación de séptima dominante (que podríamos aprovechar más tarde), pero por el momento quisiéramos disimularla. Dependerá de nuestra cuarta nota... . ¿Qué tal un si bemol? Nos provocaría una sensación por tonos que podríamos enmascarar si por ejemplo nuestra siguiente nota fuera un do sostenido.
Tendríamos entonces: re, mi, sol sostenido, si bemol, do sostenido. Ahora las dos segundas mayores del comienzo nos comienzan a parecer un poco sospechosas.
Neutralicémoslas con un fa natural como sexta nota. La novena menor mi-fa y la quinta justa si bemol-fa se nos ocurren relaciones más fuertes que las dos segundas cuestionadas (que luego podríamos usar como escape), también nos está gustando la tercera mayor entre el do sostenido y el fa.
Ya estamos comenzando a pensar qué notas nos faltan para completar las doce. Veamos. Faltan: mi bemol, fa sostenido, sol, la, si, do. ¿En qué orden las usamos?
Luego del fa nos parece que una nueva quinta vendría bien. Pongamos el do y nos queda una hermosa sensación de re bemol mayor en la zona aguda; que inmediatamente contradeciríamos bajando al si y luego al la (obvia sensación de la menor).
Seguramente ahora vendría el fa sostenido para evitar el sol y el tritono que provocaría el mi bemol. (Diabolus in musica que en nuestros últimos años tratamos de evitar; uno se vuelve más pelado y más diatónico).
Ahora sí el mi bemol nos viene bien, porque si usamos el sol nos sonaría como una cadencia perfecta en idem mayor.
But now: ¿Qué hacemos con este sol? No hay ninguna nube en el horizonte. No nos gusta después del mi bemol. ¿Qué tal si lo intercalamos entre el fa y el do? Nos quedaría un sector maravillosamente diatónico. Tendríamos una secuencia que no está tan mal: re-mi-sol sostenido-si bemol-do sostenido-fa-sol-do-si-la-fa sostenido-mi bemol. Recién nos damos cuenta de que tenemos un maravilloso acorde de si bemol menor entre nuestros cuarto, quinto y sexto sonidos; y una hermosa sensación de mi menor en los cinco últimos.
Dejemos este material para repensarlo luego; mañana, si tenemos ganas; a la espera de que lo imprevisto se nos torne necesario.
...
- ¿Habrá alguien que haya escuchado con placer las Estructuras I de Boulez?
- ¿Habrá alguien que haya escuchado las Estructuras I de Boulez?
- Boulez, ¿habrá escuchado con placer sus Estructuras I?
- ¿Es el placer un componente necesario de la escucha?
- ¿Es necesario escuchar las Estructuras I de Boulez?
...
- ¿Qué habrá sentido Schumann cuando se le ocurrió el primer tema de su Tercera Sinfonía?
- ¡Y la epifanía de Schubert al imaginar el lento de su Quinteto con dos chelos!
- ¿Podemos imaginar la bronca de Debussy al recurrir a una solución de emergencia para el final de su Sonata para violín y piano?
- ¡Y el sentimiento de culpa de Beethoven por la marchita del final de la Novena Sinfonía!
...
Estamos casi convencidos de que todo eso que se llama "música contemporánea" es un gran error histórico.
¿Qué queda ya de nuestros viejos amores?
Casi nada. Nos cuesta enumerar fragmentos de memoria:
- ... dolce, ridente, Safo, mágico comienzo de Dallapiccola;
- No más de cinco minutos de si bemol séptima de Stimmung;
- Piano piece for Philip Guston;
- La última variación de la tercera pieza del opus 27;
- Algún fragmento de Nuevas Aventuras;
- Quisiéramos citar algún Berio y sólo se nos ocurre con dudas O King.
...
Después del primer cluster de Atmósferas todos los demás estuvieron de-más: ¡Clusters japoneses, polacos, pampeanos, de la Comunidad Europea, del Mercosur!
...
Un enigma: ¿Cuál tiene menos interés: la música universitaria yanqui o la canadiense?
...
Es hora de retomar nuestro trabajo. Volvamos a nuestra secuencia: re-mi-sol sostenido-si bemol-do sostenido-fa-sol-do-si-la-fa sostenido-mi bemol.
Nos entran muchas dudas.
Yo cambiaría los extremos, que son siempre peligrosos. Comenzaría por el mi bemol y terminaría con el re. De esa manera se evitarían las dos segundas mayores del comienzo; pero la sensación de dominante de mi menor del final se cambia por la de dominante de sol. Idea para después: usar las dos formas, de manera de poder modular de un modo a otro.
¿Será éste el imprevisto necesario que esperábamos?
En el fondo lo dudamos.
Dejemos descansar el material.
...
- Arvo Pärt, ¿se la ceerá?
- ¿Y Felipe Vidrio?
...
No estamos acá en la tercera parte grande de la tercera parte chica. En realidad tampoco estamos en la cuarta mitad de la segunda parte mediana.
Estamos en un estudio de la calle Rivadavia tratando de escribir una ponencia. (De poner un escrito). Viendo cómo llegamos a los pudores y los recatos.
Ahora nos damos cuenta de que en uno hay dos res y en el otro sólo uno. (Y ninguna media res). Podríamos elaborar una célula rítmica 2-1 e invertirla 1-2. Por ejemplo, negra corchea, corchea negra. ¡Lo cual en realidad nos daría una especie de zamba! Mejor lo descartamos.
...
Pensemos:
Tenemos un re cato
y unos pudo res
Si invertimos tendremos repudo
catores
o
pudo cato reres
cato pudo resre
otac odup erser
erser
El ser
El pudor de no haber sido y el recato de no ser
El recato de ser pudoroso
Comienzo de una novela histórica, seguro bestseller, por ejemplo sobre los orgasmos de Monteagudo:
"... él tenía el pudor de ser recatado"
(el pudor de ser rescatado de sus recatos)
El poder de ser
El poder del ser
El poder de ser pudoroso
El pudor de ser poderoso
Lo imprevisto recatado que se torna pudorosamente necesario.
¿Qué tal si volvemos a nuestra secuencia? Lo de los modos no es una mala idea. Toquémoslos en el piano.
Ahora pensamos que lo que molesta es el lugar del fa sostenido. Si lo pasamos al séptimo lugar tendremos un provechoso clustercito (fa-fa sostenido-sol). Nos queda en ambos modos una zona cromática al comienzo y un consecuente diatónico.
Dejémoslo descansar.
...
¿Cuá será el motivo por el que Cage basa sus Sonatas e Interludios en proporciones numéricas que luego son enmascaradas por el lugar en que sus sonidos aparecen?
...
Nos acordamos de la época en que no nos habíamos dado cuenta que Musiques Formelles era un texto surrealista: ¡la biblia junto a los gases del calefón de Gauss! Y Penser la musique aujourd'hui ¡qué antigüedad!
¿Y los sonidos intersticiales?
¿Y los formantes?
¿Y David Tudor como indicación de instrumento?
¡Ah,qué joven fui un día!
(En Nevers, oui, en Nevers).
...
¿Qué queda ya de nuestros pudores?
Estoy aquí y quisiera no tener nada que decir. No en Kansas, sino en un piso 12 en la calle Rivadavia, poniendo un escrito para la tercera reunión de arte contemporáneo en la que Filipelli y Beceyro despedirán al cine, tratando de llegar al recato o a los pudores o a concretar una secuencia que comienza con un re.
En realidad todos los sonidos que pusimos después de él ahora se nos tornan sospechosos.
Creo que habría que empezar todo de nuevo.
...
Decidamos que la primera nota será un re.
Los problemas comenzarán con la segunda.
...
Dejemos madurar el material
a la espera de lo imprevisto
que se torne necesario.
© Gerardo Gandini 1997

My Interests

Music:

Member Since: 10/15/2006
Band Website: myspace.com/gerardogandini
Band Members:

Composer, pianist and conductor, born in Buenos Aires in October 16, 1936.

He studied composition with Alberto Ginastera and then at the Santa Cecilia Academy in Rome with Goffredo Petrassi. He studied piano under the guidance of Pía Sebastiani, Roberto Caamaño and Ivonne Loriod.

He has written more than 120 works, ranging from symphonic, chamber music, opera, music theater to film scores or music for solo instruments. He is also an outstanding composer for the solo piano repertoire.

As composer, he has received several distinctions and scholarships. Among the latter, one awarded by the Italian government in Rome, 1966, and the Guggenheim grant in 1982. He obtained the municipal composition Prize (Buenos Aires, 1960), the first prize at the international contest organized by the Congress for Cultural Freedom (Rome, 1962), and the Molière Prize in 1977, awarded by the French government for his theatre music. In 1998 he obtained at the Venice Film Festival the Golden Lion for best original music with the film “La nube”, directed by Fernando Solanas; also the Argentinean Association of Movie Critics (Asociación de Cronistas Cinematográficos) awarded him the Silver Condor prize for the same work. In 2004, he obtained the Latin Grammy Award for his record “Postangos en vivo en Rosario” (Post-tangos, Live in Rosario).

He collaborated as pianist with Astor Piazzolla and participated of the extended European and American Tours in which the famous Argentinean musician performed with his last ensemble.

During the 90’s, parallel to his usual activity in symphonic and chamber music, Gandini proposed a different pianistic view of the traditional tangos, the “Postangos”. Besides offering many concerts, an activity that he endures nowadays, this work was registered in two CDs: “Postangos” (Testigo, 1995) and “Postangos en vivo en Rosario” (EPSA, 2003), for which he obtained the Latin Grammy Award in 2004.

In 1996, the Argentinean National Fund for Arts honored him with a Career Award and in that same year he received the National Music Prize in Argentina for the opera “La ciudad ausente” (The absent city). Gerardo Gandini is number academician in the National Academy of Fine Arts.

Many of his works were recorded, among them: the “Impromptu Fantasy”, by the Louisville Orchestra (USA), for which the composer performed as piano soloist; “Soria Moria” and “Balada”, by Camerata Bariloche; Fantasy for clarinet and piano, recorded by Mariano Frogioni and the author himself; Night Music IV for guitar and string quartet, performed by Irma Constanzo and the Universidad de La Plata quartet. His disc “Personal Anthology” brings together his most remarkable works for the piano.

He has composed three operas: “La casa sin sosiego” (The unquiet house), with a text by Griselda Gambaro (first auditioned in 1992), “La ciudad ausente” (The absent city, 1995), libretto by Ricardo Piglia from his homonymous novel, and “Liederkreis” (An opera about Schumann) (2000), with a libretto by Alejandro Tantanian.

He has been a professor at the Juilliard School of Music, in New York, at the Di Tella Institute (Buenos Aires), the Conservatoire of La Plata (Argentina), advisor for the National Arts Fund in Argentina, and Director of the Center for Studies in Contemporary Music at the Argentinean Catholic University.

He has directed a number of orchestras and chamber instrumental ensembles which gave first auditions of many works by Argentinean composers, especially those of the younger generations. Among these ensembles is the Sinfonietta of the Omega Seguros Foundation, of which he was both founder and director.

He was in charge of the Contemporary Music courses at the Goethe-Institut in Buenos Aires for 4 years and was composition teacher in the Music School at the Argentinean Catholic University and the School of Fine Arts in the University of La Plata (Argentina).

Additionally, he conducted the Contemporary Music Workshop for the San Telmo/Goethe-Institut Foundation, and was in charge of one of the composition workshops by the Antorchas Foundation (Argentina).

Gerardo Gandini was the Music Director for the Buenos Aires Philharmonic Orchestra, Music Director at the Colón Theatre and Director-Founder of the Center for Experimentation in Opera and Ballet in the same theatre. During 2003, he was resident composer at the Colón Theatre and is regularly invited to participate as jury in international composition contests.
Record Label: Blue Art
Type of Label: Indie