gerontofilis

Gerontofilis es una historia de aventuras y proyectos, de obstáculos y superación, pero sobre todo de amistad. Corría el año 1992 cuando Redentor, un extraño reverendo enfundado en su máscara plateada y su traje de leopardo se fue a ver la Expo a Sevilla. Único hijo de una familia de gitanos, Reverendo había recorrido el mundo desde joven predicando su palabra : “pipas, bragas , rock and roll y bocatas de sardinas”. Allí, un bakala valenciano le trató de atracar, pero Redentor, poco amigo de las peleas decidió invitar al joven muchacho a absentas. El bakala le explicó que se llamaba Toribio, había sido camarero en el Chocola de Valencia y le habían echado por su adicción a las drogas, razón por la cual también le abandonó su novia. Redentor, que estaba borracho, se reía mucho cuando repetía para sus adentros “camarero toribio, hay que joderse...”. Esa misma noche, entre espasmos y vómitos Redentor y Toribio tuvieron una misma premonición al mismo tiempo, una china con una cerveza fink brau en sus manos y el chocho melenudo les decía “vosotros formal gelontofili, vosotro asel musica on”. A la mañana siguiente, cuando descubireron que habían tenido la misma ensoñaci´n se dieron cuenta claramente de que aquello era una señal. Cogieron una guitarra eléctrica y una caja de zapatos que un viejo con síndrome de Diogenes había recolectado durante años entre las toneladas de basura que poblaban su casa y como guiados por una fuerza divina comenzaron a tocarlos de manera prodigiosa, llegando a ser apodados en los periódicos locales como “los raros invertidos de las manos de ángel”. Durante un pequeño periodo de tiempo Gerontofilis realizaron algunos conciertos en mugrientos bares de Madrid, alojándose en pensiones de prespitutas y acompañados de Hermano Mayor, encargado de dar el visto bueno a las canciones despues de ser tocadas en los conciertos. Tras su marcha a la mili, Gerontofilis, de nuevo en formato dúo, dan un último concierto en un bar de gitanos, hipies y yeyés donde un melenudo con camiseta de Manowar les lanza un taburete a la cabeza. Desde entonces nadie ha sabido nada de ellos, aunque los rumores del ingreso de Reverendo en prisión y del contrato por horas que tiene hecho Camarero Toribio como alimentador de los leones de Ángel Cristo no han acuciado jamás. Parece ser que un disco con canciones inéditas en la época mas oscura del grupo “Cuando se estilaban las Mama Chicho” va a ser reeditado por un conocido sello neofinlandés, incluyendo la clásica y buscadísima rareza “Novio por un día de Susana la Chorizos”, que según rumores, apareció editada en el “Dostrietz Fidger Totelum”, un recopilatorio de música para niños de la República Checa que por problemas de la compañía solo llegó a editar cincuenta copias, en manos ahora de los mas poderosos y ávaros coleccionistas del planeta. Gerontofilis han muerto, que se jodan.