Hermanos,
Satanás está entre nosotros. Lo hemos descubierto envuelto entre tallos de inmundas plantas y cubierto por una masa de origen incierto, insabora, pero con aroma a cangrejo podrido y quién sabe a que otras especias infernales. No bien el anticristo se habÃa anunciado ya hace un tiempo como un hombre de corbata, chaqueta escocesa y maneras elegantes, este satanás escupe las blasfemias más horrendas que se hayan escuchado en el mundo. Hemos también reconocido a tan temido engendro por su manera de dar vueltas a su cabeza interminablemente como si faltase de articulación cervical además del número seis repetido tres veces y tatuado a la altura del coxis. Es también parte de nuestra encomienda nombrar las habilidades de este apestoso espantajo y a la vez cacatúa pestilente para escupir fuego y flemas hediondas que recitando virtuosamente palÃndromos elegiacos, unta y esparce boñiga secular sobre nuestro Dios. Que esto sea aliciente para posterores meditaciones; recapacitar, añadir más rezo y más flagelación a nuestra vida vacÃa, ocupada sólo por las banales rutinas y la tendencia sodómica y vengadora que nos persigue desde la década de los ochentas. Este Satán no se irá... bolas de fuego caerán sobre sus casas y cantinas preferidas, sus hijos evacuarán heses de azufre y lÃquidos intestinales rancios. Sus plastilinas serán apuñaladas por almas infernales, que deshaciéndose en sopas de inmundicia, mancharán sus tapetes y finos pisos de porquerÃa irremovible. Camarones podridos se acumularán dÃa a dÃa debajo de sus Balones de básquet; pero serán invisibles a búsquedas. Vendrán plagas: las termitas, los sancudos, y el mosco anofeles que habra de contagiarles con fiebre azufrienta y pululante de espasmos.
Calibren! Calibren!... midan! Esto lo advertimos de antemano desde el presente, no esperen las desagradables consecuencias de nuestros perniciosos actos en el futuro. HÃnquense!
PÃdanle al divino que los salve de esta salvaje e inpiedosa criatura que asquerosamente se menea y reproduce dejando inmensos vahos de eructo y sudor cebolloso.