La Fanaticada

..LA FANATICADA
La Fanaticada surge de entre un grupo de amigos, seguidores y fieles admiradores de una de las grandes , excelsas musas y escasas divas del espectáculo mexicano:
"REGINA OROZCO"
Consolidados como tal, el día 17 de febrero de 2008 para celebrar el cumpleaños de nuestra MEGA BIZCOCHO , somos bautizados como “La Fanaticada” por el excelso ser humano y exigente manager León Faure, cobramos vida gráfica gracias al talentosísimo y por demás encantador Juan Larios.
La Fanaticada tiene como propósito primordial, brindarle a la Orozco el apoyo total que necesita para seguir comiéndose el mercado artístico en el que se desenvuelve y que tanto nos encanta cómo lo hace.
Correspondidos con la gratitud y apoyo incondicional de nuestra soprano-vedette , La Fanaticada no puede más que agradecer el amor que nos brinda a través de sus distintas actividades, ya sea cantando, actuando o luchando por alguna causa social, es por ello que La Fanaticada se coloca como la mano derecha en el apoyo de la carrera artística de la máxima exponente musical mexicana.
Así que ya sabes, si tienes como ideal primordial la difusión de verdadera música , con una verdadera artista , una pensadora y revolucionaria social, pero sobre todo, apoyar y seguir de una manera cercana el enorme talento de la mejor intérprete y actriz actual en México, no dudes en unirte a La Fanaticada, que te espera cordialmente para darle continuidad al apoyo creado para la única y jamás igualada.
REINA DEL CABARET EN MÉXICO... "REGINA OROZCO"
By Emmanuel & Eddy L. Morales
Edición by Esteban Zazueta (a.k.a.) PinPon
AGRADECIMIENTOS:
Regina Orozco
León Faure
Roberto Cabral
REGINA OROZCO
Regina es muchas cosas. Es carcajada espontánea, alegre sensualidad, actriz, cantante de ópera, comediante, amiga,…. ¡terremoto! Sí, esa es la mejor palabra para definirla. Los terremotos son fuerzas desatadas de la naturaleza que todo lo mueven, lo sacuden, lo alborotan. La voz de Regina en nuestro interior, hace todo eso y más. Se desplaza en medio de movimientos trepidatorios y nos convulsiona el alma. Hasta el momento no ha encontrado cuerpo que se le resista. (Metafóricamente hablando). En segundos, hace añicos las pequeñas cajas de cristal donde acumulamos secretos íntimos, dolores profundos, nostalgias, amores, sabores y sinsabores. Los libera y los pone a circular por todo el cuerpo. A veces se nos hacen nudo en la garganta, a veces se acumulan bajo la piel, a veces salen como carcajada o en forma de lágrima pero el resultado final siempre es el mismo. Uno se siente bien después de oírla. Liberado, satisfecho, feliz.
Regina, pues, es ....un fragmento de gloria .... sólo que un poco exuberante.
¡Que la gocen a manos llenas!
Laura Esquivel
Middlebury, 1994
Vió la luz en la Ciudad de México, hace cuatro décadas (y un poquito más pero no seamos tan estrictos); en la época de paz y amor , cuando las primeras manifestaciones sociales a través del Rock & Roll, cuando las luchas de géneros y la liberación femenina –no hablo de la diversidad sexual-. Cuando se bailaba con LP’s y el lado A siempre era el bueno. Cuando nace la tele a color, la conquista de la luna, los hippies, las olimpiadas en México y cuando la ciencia lanzó la píldora anticonceptiva, impensable entonces que estuviera en la canasta básica de la Secretaría de Salud. A estas alturas todo eso está integrado a la vida de nuestra Diva y muchas otras cosas superadas.
Sus primeros acercamientos al arte escénico fue en la iglesia del barrio. El sacerdote organizaba montajes de comedias musicales y ahí Regina era una devota y obsesiva participante.
Cursó sus estudios tradicionales. Y, a la par, se inició en la ópera creciendo profesionalmente a pasos agigantados, tanto con maestros particulares como en escuelas especializadas; desde el Conservatorio Nacional hasta Escuela de Música Juilliard de Nueva York. Luego inició la carrera de actuación en la Universidad Nacional. Conoció el Cabaret… y nunca pudo alejarse de él. Ahí integró cada uno de sus talentos.
Su dote histriónica la ha llevado, entre otras cosas, a ganarse un Ariel de la mano de Arturo Ripstein en Profundo Carmesí; por el mismo personaje fue nominada en el Festival de Venecia a la Mejor Actriz. Ha participado en decenas de cortos y largometrajes imprimiendo siempre un sello muy peculiar e inconfundible.
Su mundo alternativo y esquizofrénico se recrea y reinventa continuamente oscilando, por ejemplo, entre el bellcanto en el Palacio de las Bellas Artes y el epoderamiento de indígenas en la Sierra de Puebla. O vive el excitante reto de ser la exótica juez del reality show La Academia, alternándolo con nobles causas como: campañas contra homofobía, la lucha contra el sida, los derechos de los homosexuales y la no-violencia contra la mujer. Esto la ha convertido en un ícono emblemático para las minorías.
Treinta y cinco años de artista independiente. Ha incursionado y disfrutado el teatro, el cine, la televisión, la ópera, la música alternativa y el cabaret. Múltiples reconocimientos y premios. Productora, directora y guionista de una decena de espectáculos en escenarios nacionales e internacionales.