kimuru

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Kimuru nace como proyecto individual en el año 2004, el proyecto individual de Quique Fdez. Muruáis, con la intención de dar y sacar a la luz un buen número de canciones que ya tenía. Al mismo tiempo surguieron nuevas canciones. Ganaron las últimas, y a partir de ahí tanto a la hora de grabar como de tocar en directo Kimuru se fue colectivizando y mutando hasta el día de hoy.
En 2005 sale autoeditado el primer trabajo “Todas las naves espaciales son de plástico” que es reeditado por Falcatruada en el 2006. Fue grabado en Estudios Abrigueiro de Friol Lugo, mezclado por Arturo Vaquero y Quique Muruáis. Con César López al bajo y Martín Alonso a la guitarra, Arturo “humanoid” teclados y programación, y el propio Quique Muruáis voz, coros y guitarra.
Son 12 canciones diferentes entre sí y que sin embargo se agrupan dándole un punto conceptual no premeditado, cosido por las letras, las melodías y los arreglos simples que le dan cierto sentido atemporal. Estas hablan del tiempo, del viaje, del amor y la muerte, del sexo y la vida, del dolor, y en fin...de diversas chorradas importantes. Huyen del melodrama, del culebrón pop, de la poesía facilona y la autocomplacencia. “Todas las naves espaciales…” es una cajita de música en la que están metidos 12 cuentos pop para adultos y adultas; crueles a veces y más benévolos otras, cobijados en una especie de falsa inocencia electrónica, y que se pueden escuchar y encontrar en ellas lecturas superpuestas a medida que las escuchas.
La segunda entrega de Kimuru saldrá el verano de 2008, un trabajo autoeditado que se llama KIMURU “Piedras y confetis”, y que fue grabado a finales del 2007 en los Estudios Abrigueiro de Friol Lugo. Producido de nuevo por Arturo Vaquero y Kimuru.
Hay varios cambios con respecto al primer trabajo, cambios muy pensados que se notan en las nuevas canciones que son lo que más importa en Kimuru. Ellas mandan. Entran en juego Xosé Luis Saqués a la batería y Xavier Pérez al piano y guitarra. Estas incorporaciones sumadas a lo que había; entiéndase Quique Muruáis, César López y Arturo Vaquero, da un resultado más orgánico. Es la vuelta del viaje, y tira de un clasicismo y una atemporalidad diferente al anterior. La temática juega a lo mismo; amor y desamor mezclado, tiempo, juego, muerte, reencuentro, duda y un sentido del humor soterrado para afrontar lo inabarcable, lo bonito y lo horrible. Cambia el campo de juego y hay disparos que apuntan a otros lados de la música popular.
No es un álbum continuista -ese era uno de los cometidos propuestos- a la hora de hacer y grabar las canciones que forman “Piedras y confetis”, pero está dentro del universo circular de Kimuru. Visualmente podría escenificarse como… dos piernas que caminan y se quedan paradas para que observemos sus zapatos. Pues bien, un zapato estaría pisando cerca de nuestra opera prima “Todas las naves espaciales son de plástico” y el otro pisaría en otro sitio, más carnal sin duda. Más de piedra y papeles redondos significandola.
Como es mejor escuchar música que hablar de ella, aquí tenéis tres canciones del futuro nuevo disco “Piedras y confetis”, además de dos canciones de "Todas las naves espaciales son de plástico". Esperamos que os gusten como a nosotros.