HUGO ALEJANDRO BORGES
Cantautor nacido el 20 de marzo de 1982 en la ciudad de Mérida, Yucatán, México. Participa en sus inicios como percusionista acompañando a Felipe de la Cruz y VÃctor MartÃnez, con quienes lleva una gran amistad, entre otros. Forma parte del grupo “Troveros Universitarios†(UADY), del grupo de cantautores “ERA†(surgido del Curso-Taller de composición de canción popular) y del grupo de trova “K’aay Ta’anâ€.
Realiza estudios de teorÃa y solfeo en el Centro Estatal de Bellas Artes (CEBA), es admitido para tomar el Curso-Taller de composición Literaria-Musical y también forma parte del Curso-Taller de Composición de Canción Popular, los dos últimos impartidos por la Mtra. Angélica Balado. Actualmente participa en la “Generación 06†Taller de composición impartido por el Mtro. Sergio Esquivel.
A lo largo de su experiencia ha tenido la oportunidad de pisar muchos escenarios, tanto en el estado de Yucatán como fuera del mismo. Ha presentado sus temas en concierto junto con el grupo K’aay Ta’an. Con este grupo ha grabado un disco.
En el año de 2006 sacó a la venta su primer material discográfico como solista integrado con temas de su autorÃa y bajo el nombre de “CANTO DE MADERAâ€, trabajo con el cual empezó a darse a conocer.
Actualmente se encuentra preparando su segundo material discográfico “Del aireâ€, participa en diversos eventos del ICY y el Ayuntamiento de Mérida.
Ojos de cristal.
Se dice que todos los caminos conducen a Roma. Mi viaje hoy vuelve a ser interesante siguiendo el camino que conduce hacia lo que nunca creà ambicionar. En el trozo de vida que se ha ido, muchas canciones me dijeron adiós, honestamente extrañaré a algunas pocas, otras se fueron pero volvieron al poco tiempo y a pesar de que eran las mismas, sonaron diferente, sonaron llenas.
Y es que resulta difÃcil creer que unos ojos puedan hacer lo que los suyos. En un desafÃo a la nostalgia su mirada salió victoriosa y llena de luz, caminé su sendero en la quietud de un sueño azul para dejar de ser de hojalata… y fue que empecé a ser de ella.
Si lo imaginaba hubiera sido muy pobre, si me lo inventaba hubiera sido demasiado utópico, si me lo negaba me hubiera engañado, si te definÃa me hubiera quedado corto. Vale pues la pregunta ¿Cómo hacer para no despertar a la mujer de mis sueños? Y digo esto porque su existencia es toda un viaje por encima de las nubes. Yo espero seguir, como hasta ahora, haciéndola soñar.