xamanpié

Antes del después, Xamanpié vagaban virgenes y desorientados por los desiertos Pedemonte ( debajo de la nariz famosa de Don Genaro) hasta que se conocieron. La anécdota cuenta que se encontraron comiendo cerezas subidos a un matorral para poder invocar al "duende swing": no hay constancia de que lo encontrasen pero ya nada pareció ser igual. Narenard es la principal ambigüedad del grupo y si se lo propone sabe sacar al xilófono el cuarto de tono, Leo Marí es el guitarrista y encargado de mantenimineto de la flauta dulce que también sopla, la Cometa Orca toca extraños sonidos mientras percute y el Mestre Burro maltrata los teclatdos y el bajo. Guitarras vibratorias, bandurrias robadas a tunos despistados, xilófonos regalados, pianos fabricados en China y bajos Academy pasaron a ser su razón de vivir: todos ellos tenían siete años según el calendario Ixtlan. Después de girar por media península y escurrir la otra, (famosos aquellos bolos en las cantinas del Albi, Catalonia Far West), Xamanpié se disgregaron para volverse a encontrar un par de años luz después: sin duda sus pituitarias se habían transformado. Fruto de sus experiencias sónico-musicales empezaron a encontrar-se en una carnicería para cortar filetes musciales: las piezas que surgían no pesaban más de dos minutos. "Si breve y bueno, el doble de bueno" suelen decir todos menos la Cometa Orca. Llegados a este breve punto sólo queda añadir que después de varias terapias grupales han sabido reconocer que lo suyo no tiene nombre ni época. En la Edad del Cemento, Xamanpié ofrece música caliente y sutil en bajas dosis i algo de ansiedad en su consumo desmedurado: cualquier duda consulte con su almohada