PEDRO VALERA obtuvo sus propios métodos para divertirse descargando su creatividad artÃstica con un instrumento llamado lápiz.
A finales de los años 60 y situado en el corazón del RAVAL, pegó su estirón profesional como ilustrador y dibujante de cómic, sin dejar de lado la literatura BEAT, SCI-FI y el cine de culto.
El diluido jazz de MILES y CHARLIE PARKER fue la sÃntesis sonora ideal que le acompañó en todo momento.
A principios de los 70, comparte estrecha amistad con RAFAEL AURALEÓN (mÃtico dibujante en las ediciones españolas de "CREEPY" y "DOSSIER NEGRO"). Las ilustraciones de PEDRO VALERA aparecieron en filas editoriales como "ZEPPELING", "DELTA 99", y más tarde en "EL CAIRO"; gracias a los contactos del propio AURALEÓN .
PEDRO VALERA es mi padre y toda la máxima influencia. Él me animó a desarrollar mi acento prosódico THAVID. Un alias que surgió en 1986, influenciado por THA & THARRATS (célebres del cómic y el mini circuito jazzÃstico en Barcelona).
Desde 1991, también lo he combinado con otros pseudónimos, colores y soportes (ZROK, OACHE, SPUSH).
THABEAT lo adapté como mÃtico HiPSTER; el héroe podrido de todos los BEATNIKS y el último fuego del pasado milenio. El anfibio que trepa por el otro lado.
JOULES PLANCK: la energÃa opaca en la constante de PLANCK.
HUMA 74: una visión libre de ataduras a los signos de identidad propia.
UPPER EGYPYT: el lado más paisajÃstico de nuestras emociones.
Aséptico a las etiquetas.
Descabelladamente romántico con los tonos VIOLENTOS, BRILLANTES y ESTRAVAGANTES. Con ideas y pelajes poco sensibles a las nuevas tendencias.
Destinguido de los "ISMOS" del arte y de todo aquello que estructura la sociedad: su organización, sus valores- como la religión, la cultura, el arte-, sus usos y costumbres. AfÃn a la diversidad de creación: no hay un estilo en concreto, pero un mismo espÃritu de AUTOEDICIÓN gobierna las formas.
Un poema negro, un cuadro creado con desperdicios. Un necesario contraste que invoca los rasgos de la era contra cultural.
El camaleón del cambio rápido e intersado por trocear todo lo perdido añadido a lo imprescindible. Picadillo de originales ingredientes. A los fogones: BOP, HOP, CLICK, BLIP, CHUP CHUP y ¡ÑAM!