STERLIN “DESTROY†(Subterfuge Records). A la venta el 19 de febrero 2007
El segundo disco de Sterlin es una verdadera maravilla. En la canción "Black-eyed", antes de que entre el ritmo compuesto sostenido con elegancia por el bajo, Adela PeraÃta canta sobre una base de guitarras acústicas: "you fell in love with the singer / I fell in love with the song...", y uno tiene que preguntarse de quién se va a enamorar antes esta vez, si de la cantante o de las canciones. Y lo va a tener difÃcil para llegar a una conclusión. Como cantaba Bambino, es posible tener dos amores a la vez.Teniendo en el grupo una voz tan hermosa y modulada como la de Adela, es obvio que el protagonismo en las canciones de Sterlin siempre girará a su alrededor. Pero en este nuevo disco, los ropajes instrumentales que rodean la melodÃa principal encajan mejor las costuras y encuentran su propio protagonismo en la retaguardia. Si el sorprendente primer disco de Sterlin era el trabajo que habÃan realizado una serie de músicos excelentes con las canciones que ya traÃa de antes el guitarrista y compositor Steve Withers, en "Destroy" ya podemos disfrutar del trabajo común de un grupo cada vez mejor conjuntado y más maduro y decidido. Ahora todas las energÃas confluyen hacia el mismo punto (incluso Toni Toledo concentra sus fuerzas en Sterlin, tras la separación definitiva de Sexy Sadie), y el conjunto ha quedado perfectamente acabado con la llegada del nuevo teclista, Joey (Jaume Amengual). Los seis, con la ayuda imprescindible del productor Rafa Rigo, han trabajado codo con codo en la creación de un disco de sonido espectacular y canciones redondas como soles, composiciones llenas de vida que, interpretadas con maestrÃa, acompañan con elegancia y seguridad a una de las mejores voces del panorama del rock en España.
Las letras del disco se han endurecido considerablemente (a la vista están tÃtulos como "Curse it all", "Son of a bitch", "God gave me a gun", el mismo "Destroy"), y la chica más solitaria del mundo, bien rodeada y protegida, se enfrenta ahora al mundo con mayor energÃa. Como en "The good die young", donde puedes escucharla masticar las palabras con agresividad contenida mientras la banda la sigue con determinación adonde ella quiera llevarlos.
Pero "Destroy" es también un disco desesperadamente romántico (¡una de las canciones se titula "I love love"!), entendiendo la palabra en su sentido más amplio: rebelde, tierno, sentimental, airado, tozudo, idealista. De la caricia al puñetazo, y del final más rock a lo Primal Scream de "God gave me a gun" al crescendo de folk angelical que convierte la parte final de "Son of a bitch" en uno de los momentos más mágicos e inolvidables del disco, "Destroy" es un catálogo de momentos estelares en la tradición del mejor rock. A secas, r-o-c-k , siempre iluminados por ese as en la manga que es la voz cristalina y brillante de Adela. Vas a encontrar pocos discos como éste.