ARTURO MEZA

TERAPIAS DE SANIDAD ........Las terapias de sanidad nacen después de haber clausurado el Taller de música orgánica y solo eran de carácter familiar o de amigos cercanos ya que el escepticismo de la época nos conducía a replegarnos a esperar tiempos mejores, los cuales creemos ya están dados. Ahora los corazones están más abiertos a la espiritualidad de la gran música de la salud universal que el Dios Amor nos brinda a todos sin excepción. Los favoritos de Dios son los enfermos porque ellos le requieren, aunque a decir verdad en este mundo pocos son los sanos. Estar enfermo no es sólo tener cáncer o tos o angina de pecho, esas como otras tantas enfermedades son consecuencia de una proyección de un mal pensamiento. Todo nace en el pensamiento. Toda enfermedad tiene detrás de sì, un mal pensamiento. Los malos pensadores son seres enfermos que si no cambian sus patrones o decretos mentales, caerán en graves dolencias que los conducirán a la muerte porque un mal pensamiento es un aroma pútrido de la muerte y el ser humano vino a este mundo a ser luz sobre las tinieblas. Vino a ser feliz y a disfrutar todo lo que la maravilla natural le brinda sin pedirle nada a cambio, aunque ahora, frente al estado de cosas, el agua, la tierra y el aire están pidiéndole cuentas a su mal comportamiento, la naturaleza es sabia y seguirá actuando para sacudirse la comezón o el cáncer en que se ha ido convirtiendo la humanidad, no esperemos a que ella se sacuda y nos destroce sino destrocemos el mal que traemos dentro para así libres nosotros, libre quedará ella de nuestra malignidad.Se tiene el concepto erróneo de que sólo está enfermo aquél que tiene sida, tiene escurrimiento nasal, dolores aquí, dolores allá, etc., pero la verdad es que la mayoría estamos enfermos y urgente es buscar la medicina que requerimos para nuestra sanidad.Aquél que se irrita fácilmente está enfermo, aquel que vocifera sin control palabras agresivas y sin recato, está enfermo. Aquél que envidia, aquél que se postula como juez brincándose sus propios crímenes, está claramente enfermo, el ególatra, el promiscuo, el soberbio, el cleptómano, el mentiroso, el desconfiado, el impaciente, el intolerante, el sarcástico, el irreverente, el inconstante, el insensible, etc., etc., están enfermos. Así pues, tenemos ciudades caóticas por la suma energética de toda una enfermedad compartida. Todos tenemos un poco de esto, un mucho de aquello, pero nadie está exento de estas cargas energéticas nefastas que sobrecargan o funden enfermando nuestro sistema armónico de energía. Nuestro Sistema armónico energético es nuestra estrella reluciente interna, es la que debe brillar incansable y constantemente. Cuando uno erradica las falsas cargas de energía, ocupa su lugar la alta energía contraria a esa densa corriente energética, así la verdad ocupa el lugar de la mentira, por ejemplo, fortaleciendo nuestra estrella interior.Se tiene el falso criterio de que estas densas cargas energéticas son muy humanas y hay que tolerarlas,¡no!, no es así, se requiere eliminarlas, ya que son la puerta abierta a lo insano, a la enfermedad, a la muerte. Por ejemplo, una embolia cerebral que es la oclusión repentina de una arteria del cerebro por un coágulo o alguna otra sustancia transportada por la sangre hasta el sitio de alojamiento produciendo isquemia del tejido cerebral que la arteria nutría y esta embolia tiene su raíz en un sujeto caprichoso, colérico, orgulloso, prepotente, intolerante y destructivo. Sujeto poco armónico quien poseído por todas esas cargas muy humanas no es EL sino esas, llamémosle así: bestias y este sujeto en el fondo es una marioneta dirigida por esas cargas negativas de conducta que han tomado el papel que le corresponde a la esencia, nuestra esencia, nuestro sistema inteligente de vida, de luz y sanidad. Hacen pues a nuestro sujeto infeliz, sin gozo real en la vida. Este tipo de pacientes son muy comunes encontrarlos en el mundo de las grandes empresas y altos puestos políticos o lideres económicos, religiosos, etc., gente de mucho dinero y con supuestas grandes responsabilidades(las grandes responsabilidades son con nuestro ser interno, con nuestra esencia y de ahí van hacia el exterior, a nuestros semejantes, al mundo), entonces es triste darse cuenta que hasta los muy encumbrados están sumergidos en la infelicidad.Otro ejemplo sería el de un asmático cuyo problema son los ataques recurrentes de disnea paroxística con sibilancias y contracción espasmódica de los bronquios. Su raíz problemática está en la sobreprotección o sobre humillación o en la presión de un trabajo o una relación muy asfixiante y es muy común encontrar estos casos en sujetos auto represivos, agresivos y caprichosos y las dosis de sanidad que requieren es únicamente despejarse hacia la libertad y a aprender a dirigir sus propias vidas.Otro ejemplo muy común y contundente es el cáncer, enfermedad caracterizada por una hipertrofia y crecimiento desordenado de las células de algún órgano, produciendo tumores que pueden ser terminales, imparables. Su origen está en el resentimiento, en la cólera, en la ira, en el rencor, en la inconformidad, en la inarmonía y autodestrucción. Sentimientos terribles y devastadores que con su canto hacen morada de muerte en los cuerpos que les permiten alojamiento.¿Entonces que requerimos? Es claro que nuevos decretos de salud y comportamiento, aceptar que se está enfermo, que no estamos libres de arrojar ninguna piedra sobre nadie sino sacar todas las que cargamos dentro y que nos están dando sepultura aunque aparentemente tengamos buen semblante y belleza física. Es claro que necesitamos ayuda y esta sólo puede provenir de la gran energía gratuita que brinda la naturaleza con sus aguas (poco puras), sus aires (poco puros ya), su tierra y sus frutos (pocos puros también), así como de sus seres más evolucionados o si les parece mejor decir, los más esforzados en haberse ido quitando aquellas cargas densas de energía que les envilecían, entorpecían e impedían su crecimiento espiritual y de salud.Los guías espirituales y médicos están muy devaluados y con muy poca credibilidad porque precisamente han profanado estas bella profesiones, han adulterado las cosas para su beneficio, las han encarecido y los más siniestros han creado enfermedades y vacunas para enriquecerse y lastimar al mundo sin consideraciones éticas. Las cosas más maravillosas son gratuitas y el guía sólo es eso, un guía, un vehículo. El Mesías sanaba porque era amor encarnado, todo aquél que encarne el amor es un Mesías, un mensajero del amor y el amor es la sanidad para los pueblos del mundo y del vasto universo. No importa si se es un carpintero, barrendero, cancionero o presidente, se es un Mesías, un servidor.En todos las órdenes espirituales mora la oscuridad, donde hay luz, ahí se agazapa la tiniebla esperando su oportunidad de devorar en el descuido, a sus moradores. Se hace necesario el discernimiento interior para descubrir el árbol por su fruto.El ser humano al aceptar al miedo como su patrono o rey se ha desfigurado así mismo, se ha desvinculado del flujo energético primario del amor y es por ello que recorre caminos detestables y pesadillescos propios de la conjetura diabólica de un mundo ficticio e insulso que se va heredando de víctimas a víctimas en un concierto caótico.La historia humana es un drama del absurdo, es el drama del miedo, la ambición y la torpeza, un drama barato que incluso tienen la desfachatez de mostrar en las escuelas a los pobres infantes como alta enseñanza y les hacen memorizar, fechas, batallas y calibres y bacanales y líneas de muerte y fronteras. Herencia turbia que sólo deja en evidencia la estupidez humana. No hay historia del amor sino del odio. Tiempo es de transmutarla, de cambiar la ignorancia y este odio en la casa de cambio del amor, se aceptan billetes deteriorados, monedas caducas, billetes falsos y arrugados y rotos de la codicia, del crimen y la mentira. Se aceptan billetes de esclavos a cambio de la libertad. Todos sin excepción, tenemos una historia de dolor detrás de nosotros. Todos estamos enfermos hasta que decidamos decir con viva voz y gran fuerza de voluntad YO QUIERO SER SANO, QUIERO SER LA LUZ QUE ME FUE DADA Y QUE PERVERTÌ, QUIERO SER EL TERRITORIO SIN LÌMITES, SIN FRONTERAS DE MI CONCIENCIAQUIERO SER HUMANO CELESTE.Los seres humanos tenemos una tendencia a la destrucción y creo que es innata como innata es la construcción. Nos destruimos con pensamientos negativos, de mala voluntad, traición, etc., y de ser pensamientoscomunes y corrientes(valga la expresión) se transforman en inyecciones de dolor y enfermedad. Descienden del nivel mental al mundo corporal y toman su sitio material en algún órgano de nuestro cuerpo, especialmente el hígado pero así como tenemos una tendencia destructiva inconsciente tenemos la constructiva conciente por sì misma e inconsciente para nosotros de autosanaciòn. Tenemos ese don en nuestro sistema inteligente interno y se activa a través del primer impulso de querer estar sano. Quien piensa en sanar está activando las maravillosas fuerzas de la naturaleza representadas en él, en su organismo y ellas actúan.Este pensamiento inicial, conectado a la voluntad es de una fuerza tal que hará sucumbir a toda dolencia nacida del impulso destructivo y de enfermedad. El cuerpo humano, bien sabemos ya, es un universo en sí, una maravillosa obra de arte de la naturaleza. Yo sostengo que es perfecto, que la naturaleza es perfecta. El ser humano es perfecto, sólo que va en conocimiento paulatino de sí mismo, se desconoce, desconoce sus capacidades, pero estas siempre han estado ahí, ya en estado latente en algunos ya presentes en otros. La ignorancia es una maestra que desea ser aniquilada, que se presta para ponernos en evidencia y conducirnos hacia el conocimiento. Vagar en la ignorancia es habitar las tinieblas y en tinieblas se incuba la enfermedad y obvio es pensar que el ser humano anhela la sanidad. Este anhelo no es otra cosa que la ascensión a las rutas que la perfección tiene diseñadas para todo el universo. La perfección tiene grados, niveles, escalas, jerarquías a las que nos invita - a través de la fuerza de voluntad y del coraje de no ser ya nunca más criaturas indeseables y rechazadas por nuestro entorno y por nuestros semejantes a ser escaladas y ascendidas.La historia humana ha sido una historia bella de barbarie, en ella vimos su estacionamiento doloroso y pequeña ascensión a través de sus fallas, de sus crímenes, de sus fricciones. Dejaron hablar a sus deseos destructivos en aras de sus intereses y era obvio que esos intereses no eran los del prójimo y por ello, la contienda. Pero el interés en común es la vida, el anhelo de ser felices. Peleamos por el color de nuestra piel, por el color de nuestra religión, peleamos por un pedazo de tierra, peleamos por pelear cuando lo justo es que todos seamos justos.EL AMOR ES LA GRAN MEDICINA, EL AMOR NOS HACE JUSTOS. EL AMOR NOS MUESTRA QUE EL UNIVERSO ESTÀ DISEÑADO POR ÈL Y ÈL ES LA SANIDAD PARA TODOS.El cuerpo humano sabe, es sabio. Está perturbado hoy por hoy por miedos milenarios, miedos a la vergüenza, miedo a la soledad, a la crítica, al hambre, miedo al miedo, miedo a todo. Por ello cuando nos lastiman, lastimamos; cuando alguien nos quiere destruir, destruimos adelantándonos y masacramos y no damos oportunidad al diálogo, a la reflexión, al conocimiento del bien común.El vacío existencial y espiritual es una antesala del infierno, de la muerte. Llegar a ese vacío es bueno y muy importante. Las sociedades cuando abordan a ese estadio, quiere decir que están preparadas para ser llenadas y rebosadas de un nuevo ingrediente que los satisfaga. Vemos que hoy hay un gran vacío en la humanidad, su ruido es vacío, sus televisores es vacío. Sus odres van resquebrajados y bueno será que se hagan polvo porque viene la buena lluvia siempre nueva del nuevo ciclo y esa agua hará con ese polvo, maravillas, hará recipientes nuevos y moldeará el espíritu que latentemente estuvo adherido en lo más profundo desde siempre.Muchos siglos los odres fueron diseñados por y para la soberbia, para el falso poder (el verdadero es otra cosa), para la vanidad, para el abuso. Hoy esos odres están malolientes, lo que contienen está pútrido, apesta. No se puede vivir con esos ingredientes en nuestras copas internas. Nuestras copas internas anhelan su vino original, el vino luz que apaga toda sed. Antes lo bebían los pocos, los que al hacerlo eran inmediatamente guías de sus prójimos y ellos han pasado a la historia como hombres y mujeres célebres pero todos y todas podemos ser célebres cuando armonicemos en nuestra diversidad con el prójimo. La redención es romper el odre viejo y construir el humilde pero luminoso vaso interior que sólo aceptará el vino nuevo. Esta redención es una necesidad impostergable, urgente, vital... width="425" height="350" ..