Tutti Tudela

Todo a ratos se para. Este estado inconsistente se para. Hasta el mural de recuerdos permanece intacto dialogando sobre una llegada. Se para el bienestar, el malestar, la indiferencia, el aire implicado en marejadas y golpes. Y sobretodo la brisa estable de la tarde, ya se para en su ir a contradi(re)cción, perece, como esperando aguaceros. Y uno en la calle, sin pretexto y en la noche más que sentir lo que un mal aire absorvido le robó por siempre, para notar un leve roce de rememoración se lanza a la mediana, en la llegada de las lluvias, y retoma camino después de la parada. Luego, en la humedad de la coladera (calados los que le sujetan la piel) llace un tiempo, junto a su hilado de plástico, sin parada: activo "...musica dakesta k q et va portant de la maneta a llocs de mirar per forats. Forats petits… No se, es la musica k magrada..."