La vida podrÃa tratarnos mucho mejor. Aún asà no es tan mala. Casi con toda certeza te vas a enamorar. Tienes todas las papeletas de que a la primera de cambio te rompan el corazón. Pero sobrevivirás y seguramente te vuelvas a enamorar. Y esta vez es posible que, aunque te juraste a ti mismo que nunca harÃas pasar a nadie por el mismo calvario por el que tú pasaste, seas tú el que haga daño. Las cosas son asÃ. Son estos ciclos cotidianos, estas pequeñas historias de amor y desamor, que desde lejos parecen ridÃculos folletines de bolsillo y para el que los vive son la peor de las tragedias, lo que centra el discurso de Whitechapel. Troubled Sleep trata de definirse como una colección de emociones musicadas reflejo de la complejidad de las relaciones sentimentales hoy en dÃa: la amargura producto del desamor, la visión sarcástica de la vida en pareja y la ironÃa como única arma para combatir el dolor producido por el desengaño, el escepticismo, la culpabilidad y la necesidad de contrición. Sin embargo, el ambiente de penumbra cobra una dulce iluminación gracias a una búsqueda de la esperanza y la añoranza de la inocencia y el amor platónico perdidos.Whitechapel, o lo que es lo mismo, Javi y Pablo, es un grupo producto de la casualidad. Vecinos del mismo pueblo, vivieron en el mismo barrio londinense durante el mismo periodo de tiempo y no fue hasta después de la publicación del disco de Jubilee, en el que Javi tocaba la baterÃa, que se conocieron. Justo en ese momento Pablo estaba a punto de emprender su aventura americana y sin embargo, ambos decidieron crear un proyecto en el cual pudieran dar rienda suelta y sin ataduras a un tipo de música mucho más acorde con sus gustos comunes. Separados ahora por el océano Atlántico, Pablo y Javi, cuales The Postal Service las comparaciones son absurdas-, se valen de los archivos mp3 y del correo electrónico para crear sus canciones. En lo musical, Whitechapel bebe de las fuentes más recientes del nuevo folk y country americano: Elliott Smith, Iron and Wine, Wilco o Clem Snide. Sus gustos además se extienden mucho más allá y abarcan tanto la música pop de corte más clásico como The Beach Boys, la Creedence Clearwater Revival o Big Star, como el amor por la melodÃa de Teenage Fanclub, la grandilocuencia de The Divine Comedy o el intimismo de Tindersticks. Sus letras, influenciadas por la narrativa británica de mediados del siglo XX, intentan emular la delicadeza de Kazuo Ishiguro, el humor de Kingsley Amis o la ironÃa y el sarcasmo de David Lodge.