EL SONIDO LESBICO MURIÓ Y SE FUE AL INFIERNO, PERO LOS REGRESARON
El sonido lésbico ha ido agonizando desde que nació. Fue un hijo prematuro que ignorando por completo los consejos de Dylan, ya tocaban su canción desde antes de aprender a tocarla. El sonido lésbico, como después fue bautizado por sus excéntricos creadores se arrastra en el Apocalipsis del Rock and Roll como un huérfano recién nacido se arrastra desesperado en busca de un seno para mamar leche.
Los doctores al cabo de tres años le amputaron una pierna. Para su mala suerte, a causa de una apresurada cirugÃa, la infección se filtró por todo su cuerpo y el sonido lésbico cayó muerto.
Pero si los rockeros, al igual que los gatos tienen más de una vida, el sonido lésbico ya se gastó como tres. Estos obstinados hijos de perra están de vuelta, con más brÃos. Incluso el diablo les dio un par de consejos en su estadÃa por el infierno. El sonido lésbico llegó a la encrucijada, e hizo el trato.
¿Cual es el próximo paso? Aprender a caminar cojeando, y tal vez, con suerte llegué un hada azul y transforme su prótesis en una pierna de verdad. Metafóricamente hablando.
