El 16 de Julio de 1.977, fue un dÃa de nervios en casa de la familia Moreno, Alfonso venÃa, y se presentaba por sorpresa y sin que nadie lo esperara hasta quince o veinte dÃas después. Asà anunciaba él como iba a ser su vida, sorpresiva y no demasiado ordenada, a golpe de intuición y a golpe de sentimiento. Quizás también influyó el entorno, Úbeda y el Renacimiento que se respira en todos sus rincones, pudieron forjar el espÃritu artÃstico del niño Alfonso que un dÃa, llegó pidiendo una guitarra, cuando su tamaño no podÃa evitar que la guitarra tropezara en el suelo en el transporte hacia las clases.
Y Málaga. El Renacimiento y el mar, la reciedumbre de las piedras ubetenses y la gracia del mar del sur, van modelando la personalidad artÃstica del niño que querÃa una guitarra.
Desde entonces, Alfonso ha venido forjando el artista que lleva dentro, al principio, “que gracioso, Alfonso, toca algoâ€, después el coro parroquial, aquel concurso de la televisión local entre los institutos de la zona, que ganó, y que le permitió descubrir ParÃs, y el Karaoke, que le dio tablas y facilidad ante el micrófono. AllÃ, donde aprendió que una forma de cantar era hacer versiones, y que con corazón y entrega se podÃan mejorar los originales.
Y el amor…, A la hora de descubrir el amor, pronto, como todo en su vida, descubre también que los sentimientos se pueden hacer canción, y empieza a componer, al amor y al desamor, y a la vida…, según algunos, no lo hace mal. Al principio sencillo y con alguna patada a la sintaxis, pero el tiempo, el trabajo, y la experiencia, van puliendo sus defectos y mejorando sus composiciones. Desde “Otra tonalidad†a “Ruinas de Babelâ€, hay todo un mundo de ilusión, insomnio, constancia y dedicación. Llantos y risas, alegrÃas y tristezas, en la guitarra y la voz de Alfonso se convierten en música, en canciones vitales y sentidas, que, de algún modo, son su autobiografÃa.
Y la universidad. Primero, “quiero ser médicoâ€, y después “quiero ser médico, pero la música es mi vidaâ€, seguramente, esta es la mejor definición de Alfonso. La música es su vida, pero realmente quiere ser médico. La dificultad de hacer compatibles dos carreras incompatibles e igualmente difÃciles.
“Dejarme investigarâ€, su primer disco, que le convenció de las dificultades de este mundo, pero que no le quitó las ganas de luchar por su sueño.
Los conciertos en Pub’s, Bares, Bodas etc. La dureza del transportar, montar y desmontar equipos, conseguir la atención de públicos muchas veces hostiles, y la satisfacción de ir pasando de las versiones a las canciones propias, y de ser ignorado a la atención, y de ésta, al público entregado y cantando sus temas.
Y los concursos, Melilla, que ganó dos veces, Jaén, el Pay pay de Cádiz, también ganado, Alameda, La Carlota, Abril para vivir, y tantos otros, donde adquirió experiencias, aprendió a compartir con otros cantantes, dejando la competencia en un segundo término menos importante que la amistad y el compañerismo.
Y ahora, a las puertas de la feria de Málaga de 2.006, concierto de presentación del segundo trabajo, autoproducido, con el duro aprendizaje de las grabaciones, mezclas, fallos, copias que no llegan, imprentas que cierran, presupuestos que se disparan… “Diario de la inundaciónâ€, inundación de ideas, inspiraciones, trabajos, dificultades, que se transformarán en inundación de fuerza y de entrega a un público, que seguro, esta vez si, terminará entregado a este Alfonso que “quiere ser médico pero la música es su vidaâ€.