polux

Escarbando no muy hondo en su terapia, descubrimos que la inquietud sonora de Polux se manifiesta prematuramente desde su vida intrauterina, periodo del que afirma recordar a su madre tarareando “Stayin’ alive” de los Bee Gees. Ya en los 90’s de la Coupe Fuego, daba vuelta cassettes del Topo Gigio, editaba compilados pirateando tracks de la radio y musicalizaba los cumpleaños de 12 de sus amigos. De ahí que el djing no sea más que un efecto secundario del consumo compulsivo de todo tipo de música.En la adolescencia, junto a la pegada del estirón y la pavada hormonal, llega su fascinación por las contraculturas musicales, adoptando un fanatismo nuevo por cada trimestre. Del punk inglés al glam de los 60’s, del hip hop negro al rock argento; finalmente es cautivado por el movimiento electrónico, con su ritual tribal del baile y su estética futurista.Todo ese licuado de influencias vomita en sus primeras presentaciones como dj a partir del 2003, siempre en carácter de amateur, para “no dejar de pasarla piola”. En el 2006 es residente de lo que se convertiría en un nuevo ciclo de culto, “Los Martes en Casa 3”, en el conocido bar mendocino. En él freakearía junto a Amapola, Fauna, Dj Uter, Dj Rob y Dj Stuart, entre otros. Durante el 2007 haría de las suyas en México D.F, reafirmando aún más su amor por la creatividad latina, como lo son la tropitrónica, los ritmos afrolatinos y la falta de prejuicios.Hoy es un ferviente pandillero de la noche freestylera, a favor de la alegría y en contra del acartonamiento snobista. En sus sesiones bombardea, según el profe Uter, “con esas selecciones musicales eclécticas y modernas, en las que a fuerza de mash ups (algunos de ellos propios) y actitud, artistas de las más diversas tendencias conviven en comunión.” A Polux le gusta decir: “escucha más, habla menos”.