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El disco CORAZÓN nace como una expresión musical y a la vez polÃtica. PolÃtica, en tanto es una forma de resistencia al actual orden mundial y local; aliado a la lÃnea polÃtica de personajes como Manu Chao, el Sub-comandante Marcos y el EZLN, entre otros, invita a: bajar del “reino de los cielos†hacia el mundo de la tierra, allà donde nosotros mismos venimos destruyendo la Máma-Tierra, nuestro corazón; atreverse a que Otro Mundo es posible y, entonces, atreverse a salir de la multitud y las mayorÃas para hacer tribus y construir minorÃa. En cuanto a lo musical, CORAZÓN trata de recrear ritmos populares y folclóricos tales como la cumbia, el bambuco y la guavina, el vallenato con instrumentos tÃpicos de nuestrro paÃs, mezclados con beats (grooves) y samplers que le aportan un sonido contemporáneo y particular a su contenido. En esta vÃa, lo que se pretende es hacer un sencillo homenaje a la música latina en aras de contribuir a su expansión y conocimiento, para que cada vez más los paÃses del sur logren establecer su sensibilidad y modos de ver esta tierra, este paÃs, esta ciudad de MedellÃn.Nacà en el 77, año de la serpiente para los chinos, época de recambio o resurgimiento, para los occidentales; un año sin grandes acontecimientos en el mundo, un año de acontecimientos sencillos pero fundamentales. El año de la muerte de Elvis Presley, el surgimiento público de los Sex Pistols y la primera marcha de las Madres de la Plaza de Mayo. Nacà cantando y desde allà no he parado, aunque mi relación con la música estos años ha sido muy marÃtima, fugitiva y a la vez permanente; como de un amante. Como nacà cantando nunca asumà la música como una profesión sino como una función básica de mi cuerpo. En ocasiones me decidÃa a hacer música y en otras me alejaba un poco para ocuparme de otras cosas, además porque me cansaba cierta tendencia al virtuosismo y la forma rÃgida con que en mi medio se asumÃa el hacer música (cada vez menos, aunque aún). Tal vez fue por eso que en mi adolescencia tardÃa decidà conformar una banda de punk-rock ("En vez de vacas...") como medio para sacar rabias y atreverme a hacer música con lo poco que sabÃa; la banda arrancó con una buen concierto en el Teatro Ensayo (MedellÃn, Colombia), pasó por otros bares de la ciudad y culminó (con un demo grabado que no vio la luz pública), a eso de los dos años, a lo Beatles, en una terraza del barrio La Iguaná (MedellÃn) con un público popular fascinante; niños y niñas, los llamados ‘chirretes’ (o pillos) del barrio, ancianos, señores amas de casa, adoldescentes enamoradas,etc. Luego de esto grabé (curiosamente también con el Amarillo) dos temas como solista que nunca salieron a la luz pública. Los años siguientes me dediqué a otras cosas, hasta que hace 2 a 3 años la música volvió a hacerme su llamado dionisiaco y un poco tenebroso (al menos para mÃ), asà que formalicé canciones que ya venÃan estando en mi cuerpo; el rock empezaba a quedar a un lado para acercarme más consciente a la música colombiana, en especial al vallenato, al porro, el bambuco y la guavina, entre otros. Entonces este disco comenzó a fraguarse en silencio. Ahora creo que cantar (y danzar, y reÃr) es uno de los actos más subversivos y temibles que puede haber para un sistema como el actualmente reinante. Asà nace CORAZÓN.