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I used MyWackoSpace.com 's amazing MySpace Editor .Sebastián Chalela Morris dedica la mayor parte de su día a buscar lo que no se le ha perdido. Ardua labor ésta ya que, cuando la pérdida no es evidente, se dificulta saber qué es lo que se busca y dónde encontrarlo. Lo cierto es que la respuesta, tan esquiva y azarosa, tiende a encontrarlo, a sorprenderlo a él, y no al revés. En otras palabras este bogotano del siglo pasado no hace otra cosa que jugar a las escondidas sin saber quién es el que cuenta y busca, y quién el que se esconde. Se le puede ver por las calles, persiguiendo enredos de polvo, dando vueltas a los postes de luz o hablando con los gatos en las azoteas. Frecuenta las bancas de parque y los andenes llenos de chichones de cemento, en donde ve la vida pasar mientras, en apariencia, nada pasa. En los centros comerciales suele ocupar mesas enteras con su reguero de lápices y esferos mientras chupa granizados de café a través de un pitillo. Absorto en esta complicada acción, o entregado al placer del hielo en su lengua, se queda tan quieto que parece congelado, lo que muchos confunden con una posición de pensamiento profundo y silencioso. Debido a esto, más de una vez lo han mirado con sospecha y más de una vez ha sido expulsado, con cortesía inigualable, de los lugares más concurridos. Parece despistado pero sabe bien que está en una pista, recorriéndola, aunque no tenga pistas de a dónde va a parar. Cuando dobla una esquina inesperada, de la calle, de un libro o de alguna persona en las calles o los libros, la respuesta salta y lo empuja y él, para no llorar, se sienta a escribir. No se sabe si lo hace por alegría o tristeza, o ambas o ninguna (puede ser porque le duelen las nalgas del tropezón), pero donde cae sentado y tiene libreta es donde escribe. Por eso encontró y encuentra una ciudad nueva allí donde la vieja le tira bolas de polvo y gatos acróbatas. Por eso abre la boca en admiración cuando descubre que algo que no estaba allí a pesar de que ha visto ese lugar mil veces y se asombra al saber que si se pierde es cuando más posibilidades tiene de encontrarse. Por eso escribe líneas sobre mí cada vez que puede. Dejándose encontrar por lo que no se le ha perdido es capaz de renovarse y dar vueltas a los postes, o los textos, o las imágenes y bailar desnudo allí donde nadie lo ve, en donde todos jugamos a las escondidas, en donde siempre hay espacio para una nueva búsqueda.Ex alumno del Colegio Anglo Colombiano; Maestro en artes, Especialista en Periodismo y corrector de estilo de la Universidad de los Andes; Master de Filología Hispánica del CSIC en Madrid, España; este devoto de la creatividad ahora anda escribiendo e ilustrando proyectos que soñó desde que era niño. Su primera novela, La ciudad de humo, fue publicada en el 2003 por la Editorial la Serpiente Emplumada. Esta fue seguida por la guía Bogotá Bizarra, publicada por Aguilar en el 2006.Crear historias es su vida, contarlas su pasión y salvación.