Anscari

Después de 9 meses, dije basta un 27 de abril del año 1989, y nací. De pequeño, calladito y modosito, apuntando maneras.
Incluso desde antes de nacer, ya escuchaba mucha música, tuve y he tenido la suerte de ser criado en el seno de una familia donde, aunque nadie sea músico, se ama a la música como otras familias aman a Dios.
Esa música que me inculcaron, además, fué de mil estilos diferentes. Mi madre recuerda con cariño cuando me ponia discos de Van Morrison estando en la cuna para que estuviese tranquilo. O bailando paso por paso el baile futurista de Michael Jackson después del videoclip de Black & White. En esto de la música prematura, yo personalmente recuerdo estar en un Citroën AX en la carretera que va de St. Quintí de Mediona a Vilafranca del Penedés, de noche, escuchando Smells Like Teen Spirit. Como dije, los gustos en mi casa siempre han sido muy eclécticos. No deberia tener más de 4 o 5 años, igual no existió ese momento, pero son esas vagas memorias que todo el mundo tiene en su cabeza de recuerdos puntuales. De esas vagas memorias, todas las que tengo yo, van relacionadas con la música.
Dando pasitos hacia adelante en mi juventud jovencísima, empecé a llevar la contraria. Aunque oficialmente el primer disco que tuve que fué realmente mio fue la BSO del Rey León (Elton John, buenísima), el primer disco que pedi fué -horror- el disco que estava de moda en aquel entonces, que era Aquarium, de Aqua (si, el del Dr. Jones, y Barbie Girl y todo eso)... Luego les llegó el turno a las Spice Girls (ya de pequeño obsesionado con las mujeres, hehe). Haber sido fan de las Spice Girls es algo de lo que puedes avergonzarte durante mucho tiempo. Hasta que recuperas ese "Spice" El blanquísimo primer disco, para rememorar viejos tiempos (y también porque descubres una versión del 2 become 1 en el disco Alligator Farm de Paul Gilbert), y te das cuenta de que las bases musicales de ese producto estaban de puta madre!
Aún así, haciéndome mayor, a los 10 por ahi, empecé a "arreglar mi mente" cuando me quedaba solo en casa, me ponía los vinilos de Paul Simon, especialmente el Graceland, en el tocadiscos de mi padre (a destacar su colección de más de 3000 LP's en cassete... pude haber aprendido mucho si no le hubiesen perdido m´sa de la mitad cuando nos mudamos, la vida es injusta.)... Si alguien se pregunta que hacía un chaval de 10 años escuchando vinilos, y es más, sabiendo poner vinilos en un tocadiscos, tendré que decir que es gracias al mismo hombre de los 3000 LP's, que también tenia un equipo de música increible, y quieras que no, me traspasó esa pasión por el Hi-Fi... y solo que tengas un poco de amor por el buen sonido, antes meterás mano a un vinilo que a un CD, o en menor medida, un cassete. Cosas veredes, amigo Sancho. Huelga decir que ahora mismo ese equipo de música lo tengo yo en mi habitación. Yeah.
Con unos escasos 14 años, después de casi la misma cantidad de tiempo buscando un instrumento que me gustara (pasé por epocas de clarinete, piano, violoncelo... sin llegar a tocar nunca ninguno, ni siquiera empezar), una amiga me prestó el cd "By The Way" de los Red Hot. Muchos dirán que ese disco es flojo, a mi, me cambió la vida. Como millones y millones de crios en el mundo, a los primeros segundos de escuchar, pensé: "que es eso tan descomunal que suena ahi debajo?", y me enamoré del bajo, y de la forma en que lo tocaba ese bajista (después me enteré que se llamaba Flea y que era "muy bueno tio").
Y decidí que tocaria el bajo. Me apunté a clases de bajo al empezar el curso, i esas navidades, me regalaron mi Yamaha. Es tanto lo que me ha dado ese bajo... Aún voy a conciertos con él, aunque aparte de la madera, no le quede nada original, sigue siendo mi Yamaha.
Lo bueno de tener amigos, es que antes de tocar el bajo, ya tenía banda. Empezamos haciendo versioncitas de temas que nos gustaban, o de temas que el profesor de guitarra (que era el mismo que a mi me daba bajo, y al bateria, bateria) nos mandaba aprender... Paranoid y Iron Man, de Black Sabbath, Highway To Hell, de AC/DC... Todo en ese estilo... si algo puedo agradecer es la oportunidad de haber estado en un colegio donde siempre se dió mucha importancia a la música, y que cada año organizaba "concursos musicales", para que los nenes pudiesen tocar, cantar, bailar, delante de sus amigos (o siendo un colegio, también delante de sus no-tan-amigos)...
Está claro que, siendo toda la banda del mismo colegio, nos lanzamos de cabeza ahí...
Y después de tres años tocando en ese "concurso" (lo pongo entre comillas porque el único premio era quedar primero), tengo que decir que de ahí he sacado la satisfacción más grande que me ha aportado la música hasta hoy, más grande que tocar en mil bandas o tocar mil notas por segundo, y es la de saber que hubo chavales entre ese publico a quien les marcó ver tocar a un tio el bajo sin la cara de aburrimiento que ponían todos los guitarristas a los que les tocaba tocar el bajo que habian visto hasta entonces.
Saber que ahora esos crios están empezando a tocar el bajo, y a sentir las mismas emociones, sensaciones, sentimientos que a mi me hacen feliz dia tras dia, es mucho más enriquecedor que cualquier otra cosa en el mundo.
Al cabo de un año, me enviaron un mail, que decia que Vicente Zúmel (viejo conocido de mis padres, harmonicista), junto con otra gente, habia fundado una sociedad de Blues, y hacían jams de Blues en un bar llamado Limerick en pleno Eixample... pensé "que bien, iremos a ver a gente tocando!". El caso es que se enteraron de que era bajista, y me hicieron subir a tocar dos temas... nunca habia tocado Blues. Desde esa Jam, no he faltado casi a ninguna de las siguientes, y ahi sigo, molestando con mi manera de tocar semana tras semana. Es en la Sociedad de Blues donde conocí a Demian Domínguez, aparte de mucha otra gente.
A través suyo conocí a Juan Carlos Pesantes, el hombre del Reggaeton, como le llamábamos yo y mis colegas de banda desde que se me acercó un dia en las Jam Sessions del London para preguntarme: "Tú solo tocas Blues, verdad?", le contesté que no, y me dijo que tenia una banda de "Rock Latino y necesitaba un bajista".
Esa banda de Rock Latino era Fuera de Sitio.
Yo ya había escuchado con Demian la maqueta que tenían grabada, y me dejo en la cabeza la impresión que podria tener cualquier chaval cuando está tocando en una banda de versiones donde todo suena "raro", y escucha un material propio que suena muy bien: Wow.
Por lo tanto, estaba logicamente contento de que me diesen esa oportunidad...
I fins aquí, faves comptades... Sigo tocando con la misma ilusión de quinceañero con la que empecé, avanzando poco a poco y aprendiendo de todos lados.


VIDEOS
Drum & Bass - Fuera de Sitio. Sala Luz de Gas
La Pantera Rosa - Bash. Mostra de Música (observar el curioso movimiento oscilatorio)
Continuum - Solo. Hace 1000 años de esto...