KILLING MACHINE

KILLING MACHINE

KM nacieron una noche de noviembre de 2006 durante un afortunado encuentro entre los miembros de una banda de covers de Heavy Metal llamada MotorPriest (no la encontrareis en la Wikipedia, ¡un autentico grupo de culto!) y un oscuro personaje, que llevaba un puñado de años por el mundo extendiendo el legado de Pink Floyd bajo el nombre de Syd Barretina, pero que recientemente había descubierto el placer de interpretar versiones de Judas Priest en las entrañas del barcelonés Anti Karaoke.

Y así, entre cerveza y cerveza, se fraguó la idea de crear una banda tributo a una de las formaciones seminales del heavy metal: los nunca siempre suficientemente valorados Judas Priest.

Judas Priest es sinónimo de Heavy Metal en todo su esplendor: es el reino de los riffs perfectos, de los ritmos derriba muros, de las voces rompe vidrios. Un compendio de saber hacer, que todo el mundo cree conocer pero que está al alcance de muy pocos privilegiados. Judas Priest recogieron todo el legado del rock potente de finales de los 70, lo procesaron y lo llevaron todo mucho más allá de lo que nadie había hecho. Evidentemente, no fueron las únicas piedras angulares del movimiento metalero, pero que a nadie se le escape que sin ellos el rock poderoso de las últimas tres décadas no se parecería en nada a lo que conocemos ahora.

La misión de Killing Machine es poner una lupa sobre el gigantesco legado de Judas Priest y rescatar, con el debido respeto, aquellas joyas musicales de un cancionero repleto de ellas, para llevarlas a todos los rincones donde hayan oídos dispuestos a saciarse de auténtico y puro heavy metal.
En una época en que nada es lo que aparenta (¿programas basura elevados a la categoría de estudios sociológicos? ¿pinchadiscos convertidos en nuevos ídolos de masas?), se sobrevalora lo vulgar (¿tonos para móviles triunfando en las listas?) y se devalúa sin vergüenza el trabajo de los músicos, sólo nos queda regresar a los orígenes, volver a empaparnos en la esencia y volver a traerla de vuelta a la calle de dónde nunca debió haber salido.
Por ello Killing Machine llevará de vuelta a los escenarios el Heavy Metal químicamente puro a los oídos de los veteranos deseosos de volver a disfrutar de los himnos inmortales del género y para aclarar las ideas de los neófitos en el tema, quizás confusos con tantas etiquetas y subgéneros en las que se ha dividido el movimiento en los últimos temas.

Después de múltiples cambios en su formación, Killing Machine se encuentra finalmente con sus engranajes engrasados, los dientes afilados y las armas cargadas, para recuperar la Gloria Perdida y el Orgullo mancillado.
Killing Machine no es una banda nostálgica, ya que el legado de los Sacerdotes de Judas es clásico y, por lo tanto inmortal.
¡Experimenta el poder del Metal en tus entrañas! ¡Siente como las guitarras te taladran el oído! ¡Estremécete con las desgarradoras voces salidas directamente! ¡Vibra con esa base rítmica heredera del Martillo de los Dioses!
El Sacerdote ha vuelto, se ha reencarnado y no hace prisioneros.

¡Bienvenid@s tod@s!

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