Vagos Permanentes - Tiempo por dinero - RockOn (29/06/2007)
Hola, soy el narrador.
Puede que les suene mi voz, porque he narrado otras muchas historias. Si han
visto Braveheart, yo era el narrador que salía al principio. Pero hoy
no vengo a hablar de William Wallace, ni de ningún otro trincha-dictadores.
Hoy vengo a hablar de los Vagos Permanentes.
- ¡Mecagondios, otra vez han aparcado en la puerta del garaje! – dijo
Dudy Permanente, aficionado a las trompetas... instrumentalmente hablando.
- Pues llama a los pitufos y que se joda, tío. – respondió su
hermano, Tito Permanente, soplador nato y saxofonista de vocación.
- Na, dejalo. Con tal de no estar esperando a que venga la grúa y demás…
- ¡Pero mira que eres vago!… ¡ostia, tengo una idea!
Así fue como terminó el día que se formaron los Vagos
Permanentes. Habían quedado los colegas de toda una vida para darle
forma a un proyecto que había surgido, como las setas que no le gustan
a nadie, porque no producen efectos secundarios, cuando llueve en medio del
bosque, sin comerlo ni beberlo. Bueno, beberlo sí, que yo creo que ese
fue uno de los detonantes principales.
Diversas y muy variadas habían sido las grandísimas formaciones
que habían albergado las calenturientas y creativas mentes de los iniciales
e iniciáticos miembros de los VP. Los hermanos García, Alex Permanente
(ex batería de La Señora Wilson) y Álvaro Permanente
(guitarrista de Operación Resaka) fueron los primeros en apuntarse al
carro del Egká.
Sí, sí, han leído bien, y yo he narrado aun mejor, porque
soy un narrador cojonudo. Egká. Haré un parón para explicarles
semejante término. El Ska, para muchos de los grandes entendidos (¿)
de nuestra nación de naciones desnacionalizadas, es un estilo asociado
a los diversos nacionalismos, tan malvados ellos como todos ustedes saben. ¿O
es que no leen los periódicos? De modo que, si surgía un nuevo
grupo de Ska y lo hacía en Madrid, habría de mantener ese mismo
cariz. Y claro, no escucharán ustedes jamás a un madrileño
que sea capaz de pronunciarlo de otra forma que no sea Egká.
Pero retomando el hilo del asunto, una vez unidos los cuatro hermanos arriba
mencionados, se añadieron las incorporaciones del guitarrista Richard
B. Permanent (en inglés, porque es americano, aunque españolito
de adopción. Nació en Pittsburg, la ciudad donde los perros asesinos
se comen a los niños, y por eso se tuvo que venir a Madrid, para encontrarse,
muy a su pesar, con que aquí los malotes de los parques también
tenían Rotweillers), Antonio Permanente (miembro de El Sombrero del
Abuelo) al bajo, Fede Permanente a las percusiones insulares, y la increíble
Mireya Permanente a las voces.
Esa fue la formación original que salió aquella noche de octubre
de 2005 del alcalaíno bar “El Perro Verde”. Lo de original
significa que era la primera, nada más. Porque sinceramente, todos eran
bastante sosos y tal… No tenían nada de originales. Hasta que
el Egká entro en sus vidas…
Unos días más tarde, y tras varios ensayos en los que corrían
las versiones y las litronas sin ningún tipo de conocimiento, tuvo lugar
en otro mítico garito, “La Gatera”, la incorporación
a todo este asunto de un trombonista, Tomeo Permanente, de sobrada reputación,
que reunía los requisitos necesarios para ser un vago más en
esta que sería, de una vez, la formación definitiva.
Comienza así la andadura de una de las mejores bandas que ha dado la
ciudad complutense. Tras varios meses componiendo temas, arreglando versiones
personales, pariendo letras tan ácidas como actuales, y ensayando
más que un quinceañero que se acaba de comprar un ampli y no
quiere que su padre le pille fumando porros en su cuarto, se dan a conocer
públicamente gracias al IX Certamen de Jóvenes Creadores de Alcalá de
Henares, donde quedan en tercer lugar, obteniendo un suculento premio, que,
a pesar de ser en metálico (realmente en papel, porque era billetazos),
revierte su importancia en el logro en sí, dado que era la primera actuación
pública de la banda, y el consurso estaba organizado por un ayuntamiento
de corte papuchi.
Tras este premio, graban una mini maqueta de tres temas. Uno de ellos, el que
daba título al cedé, La Benemérita, ya se ha convertido
en un auténtico himno entre los egkalaris del centro de la península.
Por lo menos.
Con esta carta de presentación, sus cajitas llenas de camisetas y merchandising,
y sus ganas de farra, se han recorrido la Comunidad de Madrid y parte del extranjero,
que es lo más lejos que les dejaban llegar sus padres, a lomos de su
furgoneta, la furgoneta de los Vagos, conocida como “La Vagoneta”,
dando conciertos aquí y allá, con la llegada del veranito, acompañando
en ocasiones a grupos tan renombrados como A Palo Seko, Salida Nula, Despistaos…
Pero no solamente conciertos, alergias y erecciones trae consigo el calorcito.
En el mismo verano, el del 2006, el percusionista se ve obligado a abandonar
la formación para regresar a su isla natal, Mallorca. A pesar de las
excusas que trataba de exponer como argumento, todos en la banda pensaron que
le resultaba imposible vivir sin sobrasada. ¡Cuán equivocados
estaban! En realidad, sus intenciones eran bien distintas. Hoy en día
es madero. Sí, amables lectores. Sé perfectamente que ahora mismo
no caben en sí de estupor. Cómo se puede pasar de ser egkalari,
a policía nacional. Los Vagos tampoco se lo explican a estas alturas.
Al poco tiempo de esta baja, se confirmaría la segunda. Antonio Permanente
tenía que abandonar la formación para dedicarse de pleno a su
banda El Sombrero del Abuelo, la que está triunfando por los escenarios
españoles, abanderada tanto por el bajista como por su hermano, Raúl
del Amo, el Inter para los amigos.
Ambas bajas serían suplidas en breve. La primera de ellas, con un nuevo
miembro de Operación Resaka, Supery Permanente a las cuatro cuerdas,
y después con Merca Permanente, proveniente de la formación sambera
Zacatum, a los golpes. Con todos estos nombres, a caballo entre la antigua
y la nueva formación, los Vagos Permanentes se hallan en plena grabación
de lo que será su primer trabajo, que incluye 12 cortes al más puro estilo de la Vagueza, con colaboraciones
de primer orden, gracias a las aportaciones de los más grandes que han
conocido a lo largo de los años por los escenarios: no solamente músicos,
como La Familia Iskariote, El Sombrero del Abuelo, 12Grados, Zacatum… sino
también artistas, como Azagra colaborando en las ilustraciones.
Muy pronto podrán ustedes disfrutar de sus canciones, de sus directos,
de sus conversaciones, de sus borracheras, y de todo el fiestismo que la Vagueza
lleva implícito en su existencia.
Mientras tanto, pasen y vean este web, www.vagospermanentes.com ( o también
en www.myspace.com/vagospermanentes ), sólo apto para los más
avispaos.
Fdo.
El Narrador