Mariana Castañeda

Mariana Castañeda nació con el alba, un 30 de Septiembre de 1986. Compuso su primera canción a la edad de once años y desde entonces no ha podido parar (más que por algunos intervalos de aridez creativa, por los que no culpa a nadie más que a sí misma ya que la creatividad no es un milagro que sucede de pronto si no un largo y arduo proceso colectivo de ideas… y para mayores referencias, consultar las entradas del blog de esta misma página).
Entonces, Mariana compuso su primera canción a los once años, mientras formaba parte de diferentes agrupaciones corales escolares y extraescolares, donde aprendió técnica del canto y a permanecer muchas horas de pié y sin quejarse junto a otros niños, sudorosos y gritones. Algún tiempo después, encuentra en la guitarra la manera perfecta de acompañar sus canciones y una vez dominándola, consigue potenciar su dinámica de composición. Para el verano del 2003, Mariana contaba con suficiente material como para armar un demo acústico el cual nunca terminó de concretarse.
Utilizando las adversidades como pretexto, Mariana se dedica a componer una serie de nuevos temas inspirados en las diferentes vivencias que formaron parte de su vida hasta aquel punto, mismos que sumaron una lista de mas de veintitrés, de los cuales después de un arduo proceso de selección quedaron… menos de diez. Ahora, Mariana tenía la vista puesta no en un demo, si no en una producción discográfica independiente, para lo que fue necesario dar un tratamiento distinto a cada tema.
Para el 2006, la selección de los diez temas estaba completa, y el proceso de preproducción terminado, ya solo faltaba un nombre para el proyecto. Ocurre entonces que una noche, tras lavarse los dientes y ponerse de rodillas para pedirle al cielo de favor que la capa de ozono deje de abrirse, Mariana sueña un escenario simbólico el cual toma como profético para nombrar a su disco por gestarse: Estrella Papalote.
Mariana Castañeda prefiere componer por las noches, o durante la tarde del domingo... porque las mañanas del domingo, no se discuten. Entiende las armonías y los canones como una manera de jugar al escondite con las emociones, las suyas y las de aquellos que la quieran escuchar. La letra de cada canción intenta proyectar un estado único, y si no necesariamente contar una historia, provocar una identificación profunda, bien profunda. Considera su lírica un tanto épica y llena de diferentes texturas que pretenden dibujar un panorama fuera de este tiempo y circunstancias. Porfavor, escuchen con cuidado...