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Caro Quintero fue lÃder del cartel de Guadalajara, México, amigo personal de polÃticos y empresarios, enemigo de otros narcotraficantes en su paÃs y dueño de una fortuna que rondaba los $450 millones.Hombre prepotente, alto, de mirada amenazante, en la actualidad cumple una condena de 40 años (ha descontado ya 17) en el Penal de Máxima Seguridad de Matamoros, en Tamaulipas, por delitos contra la salud, trasiego de drogas y el homicidio del agente de la DEA (policÃa antidrogas de Estados Unidos), Enrique "Kiki" Camarena.Tras una acción espectacular de la policÃa de Costa Rica, que tardó solo 15 minutos, Caro Quintero fue detenido junto a los mexicanos José Albino Bazán, Juan Carlos Campos, Luis Beltrán, Miguel Lugo y Violeta Estrada.Además, tras el allanamiento, la policÃa halló a Sara CossÃo -hija de un exgobernador de Guadalajara-, por quien la policÃa de Costa Rica ingresó a esa vivienda, a solicitud de las autoridades mexicanas.Se suponÃa que ella estaba secuestrada por un grupo de mexicanos. La policÃa costarricense no imaginó que era la novia de un importante capo de la droga.Aquel 4 de abril de 1985, a las 5:45 a.m., 10 agentes de la Unidad Especial de Intervención (UEI) y otros 15 de la Sección de Estupefacientes del OIJ ingresaron a la quinta.Caro Quintero y su novia, Sara CossÃo, estaban en una cama casi sin ropa. Cuando observaron su habitación, llena de hombres con trajes de fatiga, pasamontañas y rifles de asalto, pensaron que se trataba de un robo.Estaban asustados, no sabÃan qué pasaba, hasta que un agente del OIJ leyó la resolución del juez, Jorge Meza, quien permitió el allanamiento por un supuesto secuestro. Los policÃas le pidió a la pareja vestirse. Caro Quintero nunca dijo una palabra, aunque mostró asombro, relató el viernes un exagente del OIJ que participó en el allanami nto."Yo no estoy secuestrada... yo estoy enamorada de Caro Quintero", manifestó CossÃo en su declaración a la policÃa.Doce horas después del allanamiento, a las 6 p.m., y tras ser enviadas a México las huellas dactilares de todos los detenidos, la policÃa judicial recibió una respuesta inesperada: "Ustedes detuvieron a Caro Quintero, lo buscamos por tráfico de drogas y la DEA lo solicita por matar a uno de sus agentes".El capo estaba en la lista de los más buscados de la DEA.Para esa hora, por lo decomisado en la casa, todo encajaba para la policÃa: un arma enchapada en oro con incrustaciones de diamantes, $300 mil en efectivo, joyas por un valor de $1 millón y dos carros de lujo (un Mercedes Benz, placa MI 12-31, y un Toyota deportivo MR2, ambos adquiridos en circunstancias irregulares).Además, cuatro propiedades valoradas en $1,9 millones: una en San José de la Montaña, otra en Bello Horizonte de Escazú, una más en Vázquez de Coronado y la quinta de San Rafael de Ojo de Agua, donde fue detenido. Solo una de estas propiedades pudo ser aprovechada por el Estado costarricense. Una casa de Vázquez de Coronado fue traspasada por el gobierno mexicano al Comité OlÃmpico Nacional. Las otras dos están tomadas por precaristas. Las inversiones de Caro Quintero en el paÃs sobrepasaron los $2,5 millones, según José MartÃn Trejos, exprocurador penal en ese entonces.