Ego

Mi Diario
SAB 25 OCT 08El mar que cubre mi cabeza fue magnánimo esta mañana, el rugido de un enorme gigante me invitó a ser testigo de lo que los hombres llaman... circo romano:
El coloso me miró fijamente, al parecer le agrada mi dualidad, esa mitad que es muy a su imagen y semejanza, la otra mitad criatura marina, que a la luz del sol regala un espejismo tornasol, una vez reconocidos me sienta en su mano, en el viaje me sentí única, vuela mi pelo al ritmo de la velocidad que da la fuerza de tal enormidad.
Fui testigo del monstruo de mil cabezas, ese que tan pendiente esta de comer todo lo que dan las frágiles criaturas con su voz, con sus instrumentos, con la danza. Escuche gritar un millón de veces mi nombre, los humanos me reconocen, quieren tocarme, quedarse con una escama de mi piel, la altura de mi estatus no lo permite, fui testigo de como la vanidad se da cita en los rincones donde moran los bueyes, pude sentir a los lobos que desde hace muchos eones esperando están de lanzar una mordida, no logran hacerlo la sombra de algo gigantesco me cubre, son tan hambrientos, cegados están de lo que puede caer al intentar su deseo sobre mi persona.
Aparece un oasis, mi gente esperando un milagro del cielo, no da crédito de mi llegada por aire, cambiamos aromas, reconocemos la huella, cantamos y entre los conocidos una mirada nueva (Semilla de oro) la risa nerviosa es el hada que no se detiene en medio de los mundos que reunidos... pierden control.
Con tranquilidad el padre tiempo y la hermosa distancia, permiten el lenguaje del cuerpo, los sonidos están fuera del oído humano, nos tocamos... el con agua en las manos yo sin gota del nervio, al estar frente "la semilla de oro".
Los gritos me distraen y es la fiesta que me llama, una exconvicta es glorificada tras la mutilación de su hija, me mira en medio de la multitud, al verme levanta una ceja y se ríe, un hombre se cura del cáncer de huesos en medio de la plaza, la gente grita sin control... el emperador regala uno tras otro los destinos, de quien asido de la mano del arte, hoy, en este rodeo va perdiendo desde su dignidad, hasta la vida.
Como salido del inframundo, un pequeño demonio me saluda cariñosamente, mi asombro es magno, su esplendor es infinito, aún estando en las fauces del eterno León.
Muchos de los que ayer me saludaron presumiendo ser mis hermanos, hoy escupieron por donde fui pasando... A lo lejos vi llegar a la elocuencia del brazo de la infancia y el ego.
Entendí con terror, como de solo ver aquella bacanal (los pocos niños que quedan en el mundo) pierden su inocencia. El guia de este viaje me hace una señal, voy de vuelta a la salinidad que me brinda acuosa, una lágrima, la nostalgia es la que regala el pase de salida.
En el aire "Semilla de oro", me regala un beso y la promesa de volver a vernos,donde los pájaros de acero forjan sus nidos, con una pequeña hada en las pupilas nos reímos de la nada y sin decir una sola palabra... se roba un pedazo de mi corazón, queda tan poco...
Con todo el testimonio dentro, doy fe y legalidad del evento, exageración de los ánimos y condecoración de talentos que al unir la tierra, aire, fuego y el agua logran un planeta armónico de acordes supremos, con tintes de olvido en un lugar donde la vida se muere... nadie parece notarlo, sobre sus muertos bailan de contento.
Este soy, esta es la botella que he aventado al océano infinito de posibilidades. Ego