copia el codigo y pegalo en tu space
LASTDAWNSilencio. Oscuridad. Hay movimiento en el escenario. El público se pone de pie. Las luces se encienden lentamente, el crepúsculo se extiende por todo el lugar. Ondas sintéticas emanan de los parlantes, serpenteando a través del espacio, llenando la atmósfera con aires de expectativa. Una lÃnea de bajo arabesca, en perpetuo movimiento, se desata. Sus graves frecuencias van subiendo en intensidad hasta que logran despertar la percusión. Precisa como una máquina industrial, la baterÃa va saliendo de su estupor, se levanta, abre los ojos y hace temblar paredes. Una, dos guitarras. Sus afilados dientes cortan la respiración. De repente Silencio. Otra vez silencio. Expectativa Y la bestia despierta de nuevo. Se escuchan voces a través del caos. Gritos. Gritos. Gritos de dolor, gritos de ira, gritos de emoción. Una nueva voz emerge, contrapunteando con cantos melódicos el sentimiento desgarrado e irracional de los gritos. Somos Lastdawn. Sintetizamos fragmentos del metal, del punk, del emo, del hardcore. Somos un grupo de músicos apasionados por lo que hacemos. En nuestro corazón musical contamos con una de las mejores bases rÃtmicas de la escena local; un baterista y un bajista con innegable talento y experiencia. Brillamos por nuestras voces. Los gritos de Lastdawn son ya famosos en el underground, las melodÃas son sentimentales, memorables e inimitables. Las guitarras... precisas, veloces, PESADAS. Y todo esto envuelto en una capa de de sonidos electrónicos y paradójicamente clásicos provenientes de las teclas de un sintetizador. Vuelve la calma. La velocidad de los latidos de los corazones comienza lentamente a estabilizarse. La realidad regresa, el público despierta de un sueño fantástico. Acaban de haber vivido una experiencia que, por unos momentos, logró interrumpir su vida cotidiana y arrancarlos de su entorno. Esto es Lastdawn.