Smokin´ Lovin´ Machine

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“Smokin..Lovin..Machine nació a finales del siglo XIX de la cópula entre una muñeca de vudú y un caimán del Delta. Sus miembros no tardaron en dejar la escuela para dedicarse a actividades espiritualmente más nobles, como el plagio o el contrabando de alcohol. De sus primeros escarceos en el mundo del rock'n'roll Steven Spielberg dio buena cuenta en su película "Tiburón". En todo caso, y según ha demostrado Tom Clancy en su última novela, se puede asegurar que, tras pasar por la cárcel del condado de Monroe y un tugurio de Memphis llamado Lickety Split, la banda empezó a tocar con frecuencia en los burdeles de Savannah. Al parecer, la cosa funcionó hasta que los dueños se percataron de que lo que aquellos holgazanes deseaban en realidad era tocar a las chicas. Y, además, el sheriff de New Albany no tardó en descubrir que su hija no era tan virtuosa como él hubiera deseado. Por suerte para sus cuellos, pudieron huir en las bodega de una goleta genovesa que partía desde Nueva Orleans hacia Europa. Finalmente decidieron establecerse en España porque un viejo bluesman les había contado que en Algete se halla una de las puertas del infierno. Por supuesto, en seguida se sintieron cómodos en un país cuya mayor aportación a la cultura occidental ha sido el futbolín. Aquí siguen tocando la música que más o menos les gusta: el rock y el blues, el soul y la rumba, el mambo y el punk, aunque en el fondo querrían dejar de hacer el imbécil en los escenarios para convertirse en gerentes de un almacén de muñecas hinchables o en presidentes vitalicios del club de fans de Sammy Davis Jr. Pete Townshend los definió como "esa puta basura que me dejó sordo." La primera y única vez que Sting los escuchó sostuvo que hasta una piedra podría hacerlo mejor que ellos. Quizá por eso los dos guitarristas, Bernie y Santi, continúan siendo un misterio para la comunidad científica. El bajista, Mati, echa las cartas en una esquina de la Gran Vía madrileña mientras el batería, Daniel, pasa su gorra mod entre los transeúntes. Y del cantante, Sergi, escribió Norman Mailer en las páginas de News of the World que representa al típico white trash sin oficio ni beneficio y sobre todo sin voz alguna. Han actuado con Roy Loney, The Moonstones o los Zodiacs, en sitios tan dispares y absurdos como Gruta 77 o El Juglar, lo cual demuestra su capacidad de convicción para estafar a cualquiera que se les ponga por delante. También hicieron una exitosa gira musical por pueblos abandonados de la provincia de Burgos. New Musical Express ha descrito su directo como "lo más grande que se ha visto sobre un escenario desde la desaparición de Rin Tin Tin." Mojo, por su parte, sostiene que "su directo es tan excitante como la ropa interior femenina de color carne." Actualmente andan preparando un espectáculo dramático que, basado en la vida de Mijail Gorbachov, llevará por título “Siempre quise ser como Bebe Buell.” Las negociaciones para que lo interprete Sir Anthony Hopkins van por buen camino. Y confían en recibir una subvención por el espectaculo que les permita retirarse en una mansión victoriana para meter mano a las criadas en las caballerizas. Y, por lo que parece, llevan varios años grabando una nueva maqueta, a la espera de que Phil Spector arregle unos pequeños papeleos con la justicia y haga esa producción que les prometió a cambio de un revólver Smith & Wesson. Aunque todo podría ser una simple excusa para no dar palo y beber cerveza mientras trazan ambiciosos planes para conquistar el mundo. Por lo demás, sólo conocen el idioma de los huracanes absolutos.”