Álvaro Abitia

No recuerdo qué fue primero: aprender a maltocar la guitarra, hacer mis primeras sobreadjetivadas y cursis canciones o intentar cantar como mi padre. Lo único que tengo 100% seguro en mi memoria novelada es; que escribir canciones se convirtió, desde que era niño, en una necesidad emocional básica. Sigo tocando la guitarra abitiescamente (en la escuela de música me decían Álvaro Arritmia), desde adolescente, el desengaño me desadjetivo los suficiente para sentirme un poco más orgulloso de lo que escribo (soy Sagitario; ego en el ático, qué le voy a hacer), me parezco a mi padre más de lo que yo creí­a, pero no canto ni la mitad de bien que él. A los 16 años me subí­ por primera vez a un escenario a cantar mis canciones; lo sigo haciendo más por adicción que por oficio. Un par de años después, Paco Romano y un servidor, armamos una banda de rock (batería, guitarra y voz) que se llamó Los simples. Ese proyecto sería la semilla de Quarta Pared; grupo que se convirtió en una banda represetativa del rock hecho desde Guadalajara en los años 90. En 97 Juan Carlos Paz y Puente le cae a Guanatos para ver a la banda y temino firmando un contrato con Warner Music México. Grabé un disco que se llamó "Tradúceme" (1999). Vendrían unos años de limbo circunstancial hasta que en 2003 me invitan a tocar a Viña del Mar; me temblaron la patas lo suficiente como para volver y retomar mi carera desde cero; grabo un disco a voz y guitarra ("Ayer soñé que mañana) en el estudio casero de Roberto Collí­o. Volví a lo básico. Ahora va de nuez una vez más; viene en julio de 2007 el disco que se quedó guardado en 2001 (con nueva voz , mezcla y master) y , pa qué más choro, mejor pongámosle play a las canciones que están en este espacio: una de Quarta Pared, una más de "Tradúceme", una de "Ayer soñé que mañana" y una más de "Astronauta".