INVERSIÓN DE TODOS LOS VALORES
Este libro está hecho para muy pocos lectores. Puede que no viva aún ninguno de ellos. Esos podrán ser los que comprendan mi Zaratustra; ¿acaso tengo yo derecho a confundirme con aquellos a quienes hoy se presta atención? Lo que a mà me pertenece es el pasado mañana. Algunos hombres nacen póstumos.
Las condiciones requeridas para comprender y para comprenderme luego con necesidad, las conozco demasiado bien.
Hay que ser probo hasta la dureza en las cosas del espÃritu para poder soportar sólo mi seriedad y mi pasión. Hay que estar acostumbrado a vivir en las montañas, y ver a nuestros pies la miserable locuacidad polÃtica y el egoÃsmo de los pueblos que la época desarrolla. Hay que hacerse indiferente; no debe preguntarse si la verdad favorece o perjudica al hombre... Hay que tener una fuerza de predilección para las cuestiones que ahora espantan a todos; poseer el valor de las cosas prohibidas, es preciso estar predestinado al laberinto. De esas soledades hay que hacer una experiencia. Tener nuevos oÃdos para una nueva música: nuevos ojos para las cosas más lejanas; nueva conciencia para verdades hasta ahora mudas, y la voluntad de la economÃa en grande estilo; conservar las propias fuerzas y el propio entusiasmo... hay que respetarse a si mismo, amarse a sà mismo; absoluta libertad para consigo mismo...
Ahora bien; sólo los forjados asà son mis lectores, mis lectores predestinados; ¿qué me importan los demás? Los demás son simplemente la humanidad. Se debe ser superior a la humanidad por la fuerza, por altura del alma, por desprecio...
EL ANTICRISTO
PRÓLOGO
(Fragmento)
FRIEDRICH NIETZCHE