About Me
14 de nov de 1989. Según me han contado mi nacimiento vino muy bien para tranquilizar los nervios de mis padres, Flori y José. Mis dos hermanos, Mari Paz e Israel -que tenÃan 8 y 7 años respectivamente- eran dos trastos y yo, sin embargo, siempre he sido un niño bastante tranquilo... en casa por lo menos. Con tan solo dos años, comencé a dar patadas a un balón que mi hermano tenÃa por casa. Aquà está mi primer contacto con el fútbol. Otra de mis distracciones era tirar cosas por la ventana, con tan mala suerte, que una de las veces, un camión lleno de dinero ‘se cayó’ a la calle. Esta historia a pesar de estar muy oÃda creo que merece una mención en mi biografÃa, aunque sea por el mal rato que hice pasar a mi familia. Al final todo quedo en una simple anécdota: ¡recuperamos el camión! TenÃa cinco años cuando ingresé en mi primer equipo, el Parque 84. Participé en un maratón de fútbol que se organizaba en el polideportivo de Fuenlabrada, el barrio donde pasé mi infancia y gran parte de mi juventud. Los partidos consistÃan en 15 ó 20 niños corriendo detrás de un balón, ¡eso era una auténtica locura! Sin embargo, para la vida de un chaval con esa edad, era todo un acontecimiento. En este equipo estuve el tiempo que duro el maratón, es decir, dos dÃas. Como cualquier otro chaval de cinco años además de jugar al fútbol, jugaba a las chapas, las canicas, -a las que era horroroso-, el culete o el gol alemán. Con esa edad tuve mi primera novia, era de la guarderÃa y no me acuerdo de su nombre: ¡para qué luego digan que el primer amor es el que más huella deja! Mis padres compraron una casa en Estorde (Galicia) cuando cumplà ocho años. Aunque en principio esto no parezca una circunstancia relevante, ha terminado siéndolo porque allà conocà a la que hoy es mi novia, Olalla. Coincidimos con un grupo de gente con la que entablé una amistad que afortunadamente conservo. La primera vez que jugué en un equipo de fútbol 11 tenÃa diez años: el Rayo 13. Este año fue muy bueno para mÃ. A los tres mejores de la temporada les daban la oportunidad de hacer la prueba en el Atlético. Ese año marqué 55 goles en la Liga y por eso fui seleccionado. El dÃa de la prueba, el campo de las Cruces en Aluche, estaba muy nervioso por las ganas que tenÃa de saltar al campo y de comerme el mundo. Al final, las cosas salieron como esperaba. Y luego y ahora juego en el ALETICO DE MADRID_ Para siempre