About Me
...Has dado vueltas suficientes como para remover todo la plasta de arena y lodo que traÃas asentada en la cabeza. La ola de tu vida ya está exhausta, te ha vencido y ahora con los brazos de espuma que le quedan en pie, te regresa a la tabla para que puedas llegar a la orilla. El surfista de papel, entiende que es momento de volver a parecerse al hombrecito y con cierta torpeza se reacomoda en pliegues: la mano regresa al lugar de la mano, el pie regresa al lugar del pie y la cabeza, a medias, regresa a colocarse por arriba de tus hombros. Despiertas, sobre la tabla que no te dejo nunca, y la miras rota, te miras roto a ti también: rotos los ojos por el llanto, rotas las comisuras de la boca por tanta risa y tanta sal, rotos los brazos con raspones en codos y nudillos, rota la boca del estómago, el fondo del estómago y el espacio que queda entre el hÃgado y el páncreas, te reconoces medio humano y rota también la cabeza por tanto destilar historias te preguntas: ¿y el corazón, roto también? Tomas tu mano rota e inspeccionas, el corazón no está roto… sólo incompleto… te recuestas, tranquilo y en pausa, venciste a la ola te das cuenta, quedaste roto después de una excelente revolquiza, no estás intacto, pero el corazón y la memoria sÃ, recuerdas todo: palabra por palabra, abrazo por abrazo, gesto por gesto, brindis por brindis y todas las imágenes te duelen como nunca, sigues sobre la tabla y, como hace mucho tiempo que no hacÃas, sólo sonrÃes. MC.(...extracto de un cuento que me regalaron)