Los Magníficos Barreda !!

Comienza la década del ochenta y el país atraviesa una difícil época aunque se preparara para el arribo de la democracia, el juicio a las Juntas Militares, el destape y la droga, el indulto a las Juntas Militares y más destape y más droga…Felipe el Embustero, Marqués de Pinolandia, parece captar el revuelo inminente. Haciendo uso del ingenio, descubre el modo más cómodo para costear su vida de derroche y bohemia: Hacerse pasar por hemipléjico e hincha de Atlas en los trenes de la línea Sarmiento con el objetivo de causar lástima y recibir limosnas a cambio.Felipe no estaba solo en el ámbito del engaño sobre rieles. Lenny Barreda, un encantador vendedor de VHS piratas, se vuelve su mano derecha e intercambian experiencias y reflexiones acerca de la vida.En la misma sintonía, a sólo unas cuadras de la estación Once, estaba el chaman guaraní de las seis cuerdas, famoso por su poderosa afección a las bebidas blancas, quien también dedicaba sus horas a la venta de productos de dudosa calidad y moral, tales como muñecas inflables y auto estéreos robados.A metros del puesto del chaman, el pastor Gustav Alos dedicaba sus livianas tardes al adoctrinamiento religioso de travestis, prostitutas baratas y vendedores de chipa de Plaza Miserere, con supuestas intenciones místicas, aunque algunas versiones afirman que estaría reclutando trabajadores para su taller de fabricación de zapatillas falsas de Nike.El destino, siempre sabio, reunió a estos nobles caballeros. Ocurrió en el otoño de 1982, cuando en una manifestación a favor de la legalización de la empanada salteña realizada en Plaza Miserere se encuentran lanzando aceitunas a las fuerzas policiales, hecho llamativo que impactó a la prensa de aquel entonces y les valió unos largos días en el mismo calabozo.Tuvieron tanto tiempo libre que comenzaron a conocerse y se dieron cuenta de que los unía algo más que el amor por la empanada salteña y su falta de escrúpulos para ganarse la vida: Poseían la misma pasión por la cumbia y el rock nacional, y compartían igual deseo por hacerse famosos y mandar a la mierda a todos. Tal es así que luego de aquellos difíciles días encerrados decidieron aunar fuerza, talento y deseo para formar la agrupación musical de nombre Academia Musical Barreda. Su porvenir, la fama absoluta…..