The Incredible shouting Market somos una extraña anomalÃa, una de esas cosas que suceden por caprichos del destino. Después de una infancia un tanto errante, los No miembros del grupo fuimos a caer a ésta dimensión paralela, al margen de ciudades y naciones. Ya descartada nuestra concepción por generación espontánea no tuvimos más remedio que resignarnos y asumir que nos caÃmos de un guindo- de ahà nuestro nombre- ya que en nuestra caÃda hicimos acopio de gritos (y grititos) de toda Ãndole.
Una vez en éste suelo repleto de chinchetas y visto que el negocio no prosperaba tal y como tenÃamos previsto optamos por dedicarnos a la música; pero nunca habÃamos escuchado nada que no fuera esos sonidos guturales emitidos desde las entrañas de esos pajarracos gelatinosos y plateados que nos acecharon en otro tiempo…tras reunirnos en un descanso del festival de la OTI ,quisimos estar al tanto de lo que – musicalmente- acontecÃa en éste nuestro nuevo hogar, asà que corrimos hacia un Top manta ya que estábamos sin blanca y elegimos 3 rodajas al azar …una era de un tal Chikiliacuatre del cual copiamos la inmediatez y desparpajo de sus brillantes composiciones; la segunda pertenecÃa a un grupo popular y exquisito llamado Camela de donde copiamos peinados y vestuario ;y el tercer disco no se escuchaba…luego con el tiempo descubrimos que se trataba de una rodaja de mortadela.
Aprendida la lección nos dirigimos a una tienda de discos de las de verdad – con estanterÃas y todo – donde un amable y paciente cervatillo nos recomendó centenas de discos que según él no se vendÃan y que por tanto debÃan ser buenos…asà que volvimos a casa con las antenas repletas de gente como Mogwai, Manta ray, Porcupine Tree, el Hombre Burbuja, Radiohead, Apse y tantos más que de citarlos aquà resultarÃamos extremadamente pedantes…También visualmente nos empachamos de la MTV y sus preciosos videos musicales (de luz y de color) por eso nuestra actitud desde entonces es tan eurovisiva.
En la primavera del 2008 nos atacaron los ácaros, y pasamos la cuarentena encerrados en casa, no aburrÃamos; asà que se nos ocurrió pasar el rato emulando a nuestros Ãdolos… (El Air guitar se nos da bien).Nos bajamos los instrumentos del e-mule y fue el principio del fin. Un señor muy simpático que pulula por aquà nos alquiló éste espacio para dar a conocer nuestras creaciones, dice que asà el mundo nos conocerá y que tal vez nos convirtamos en Ãdolos de masas. Y aquà estamos, haciendo ganchillo para vestir nuestras canciones y contando las visitas.“Gracias por asomarteâ€
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