La escena esta viva, se mueve, propone, crea y se resignifica. Los integrantes metafóricamente mueren, el movimiento es decadente, los protagonistas de hoy dejan de trabajar y son olvidados.
Para no morir de olvido están los documentos, el arte que retrata los rostros, cuerpos, sonidos, las miradas de gente que ayudó a recrear la escena como la conocemos hoy.
No todos pueden ser plasmados, sólo trece serán escogidos por el autor como una muestra, tal vez no representativa, pero sà significativa.
La escena no está muerta, cambia y se reconfigura, los chiquillos de hoy son la vieja guardia de mañana… para no morir.