d é m o d é

El cansancio por la tendencia crea su propia alternativa basada en la decadencia. De esta forma nace el DÉMODÉ, un espacio lúdico-cultural que gira en torno a una barroca lámpara de cristal. Situado en el barrio de Gracia, coincidiendo con la onírica creencia que apunta mala fortuna al nº13 de la trasnochada calle Mozart (personaje de decadentes ábitos), el DÉMODÉ transpira el glamour de Brian Ferry, el discreto encanto de la burguesía de Buñuel y la corrupción de Toulouse-Lautrec.
En el DÉMODÉ podréis escuchar y ver, aposentados en sillones de británico terciopelo, a Ziggy Stardust, al chico con la espina en el costado, a la divina que no cantaba con Kaka Deluxe, a tres chicos imaginarios y como no, a Dorian Grey.
Passolini, Dean, Rimbaud y Fassbinder son clientes habituales, o por lo menos, sus espíritus. Paredes de viva piedra y vigas de arcaica madera evocan el salto espacio tiempo que ya Kubrick relató en 2001 y que el DÉMODÉ materializa para crear una atmósfera lejana a la formalidad.
Euforia colectiva en un cálido ambiente para el cómodo disfrute del mileurista barcelonés y las tendenciosas exigencias del precario intelectual.
Todo esto y mucho más es el mensaje de las botellas que se deslizan desde las estanterías para saciar las gargantas que, ya desde hace demasiado tiempo, reclamaban a gritos este espacio DÉMODÉ.