About Me
QuerÃa un grupo musical...y por todos mis pecados me fue concedido. Me llamo Pablo, pero todos me conocen por “Pablo bájate!!!â€; no se si es que me piden algo de una web...Qué más da, lo importante es la historia: Conocà a Vicky y a Eva en un prostÃbulo. Concretamente a la salida; allà estaban ellas con sus uniformes y sus folletos y panderetas del Ejército de Salvación. Han pasado diez años y siguen sin poder salvarme, pero son un apoyo imprescindible en mi espÃritu, son como mis hermanas pero sin broncas. A Carlos, el baterÃa, le conocà en una sacristÃa. Nunca he tenido claro si habÃa entrado a robar o si acababa de cambiarse después de ayudar a la misa. Como el resto del grupo, es un medio tiempo entre el delito y la virtud. Lo de Seni tuvo su gracia, a saber: Coincidimos en la clÃnica pa “piraosâ€, concretamente en los grupos de apoyo, nos estábamos desenganchando de nuestras adicciones y un dÃa que Ãbamos muy enganchados nos confundimos de puerta y terminamos reventando una sesión de grupo del Ejército de Salvación. Seni se lió con una de aquellas mujeres y yo con todas las demás. Después de 10 años sin desengancharnos ninguno de los dos, nuestra relación triunfa basándose en pocas palabras: “¡Pablo, por Dios, bájate!†y: “Seni, ¿en qué nota empieza? – ¡Joder tÃo!, pues en LA coño, en LA†– “¡Ah, claro! Joder, es verdad. Vale Seny, pero no te toques eso de todas formasâ€. Lo de Carlos, el cantante, es más complicado. Cuando no le dejé pasar a aquel garito de flamenco en el que yo estaba de portero comprendà que nuestros destinos se unirÃan para siempre al espetarme: “¡Facha, vikingo, cabrón!†e inmediatamente surgió el amor. Inmediatamente le di una ostia, pero como iba fumao la esquivó y con ese movimiento de pelvis me trajo algunos recuerdos de los mejores: Elvis, el palmero de los Tenesse, el Langui. Me dije:â€Â¡Ostia!, este tÃo está en mi onda y eso no es fácilâ€. El tema es que le dejé pasar y en mi hora de descanso iniciamos tertulia en una mesa acompañados de un fino y mi inseparable Fanta de naranja. De fondo una banda de fanáticos aplaudÃa a rabiar al PrÃncipe Gitano que entonaba “In the Ghetto†una vez más. Que si Camela me motiva en los coches de choque, que si Aragonés ya no iba por el casino, que si “Panadero a tus zapatosâ€, que si uno de los hermanos de Manolo Escobar hacÃa mejores riffs de guitarra que Angus, que si Keith Richards en realidad era un atleta de élite... SerÃa casualidad ó no, pero uno de los guitarristas del cuadro flamenco era Seni. Los del ejército le habÃan encontrado ese curro. Total, mientras tuviera las manos en la guitarra no las tendrÃa en otro lado. Al poco fue expulsado por intentar colocarle un puente fly..n rose a la guitarra española. Otro dÃa coincidimos en una tienda de guitarras, sendos pedales de volumen (yo era el de más volumen y Seni el de más pedal). Hasta la fecha no tengo claro quien de los dos puede más con sus cosas, pero en lo que si coincidimos es en el volumen de nuestros pedos. No consigo entender como, pero al poco allà estábamos todos, otra vez en las terapias de grupo: a un lado Seni, Carlos y Yo, y al otro, ellas con sus uniformes y en otro extremo Carlitos. “¿Pero este chaval es de la organización ó es otro adicto? – “¡Joder!, no lo se, pero es incapaz de tener las manos quietas y venga a dar golpesâ€. SerÃan como las tantas y hacÃa un hambre del copón, y allà estaba el bar de raciones que se convertirÃa a la postre en sede intelectual del grupo. Allà se darÃan cita desde aquel dÃa todos los “enteraos†que deambulan por el panorama musical español y por ende mundial. Hola amigos, soy Pablo. Le pedà a la vida un grupo musical y por mis pecados me vi en Los Pobrecillos, a la postre el mayor grupo de culto que ha parido madre.