Llénate de mÃ. AnsÃame, agótame, viérteme, sacrifÃcame. PÃdeme. Recógeme, contiéneme, ocúltame. Quiero ser de alguien, quiero ser tuyo, es tu hora, Soy el que pasó saltando sobre las cosas, el fugante, el doliente.Pero siento tu hora, la hora de que mi vida gotee sobre tu alma, la hora de las ternuras que no derramé nunca, la hora de los silencios que no tienen palabras, tu hora, alba de sangre que me nutrió de angustias, tu hora, medianoche que me fue solitaria.Libértame de mÃ. Quiero salir de mi alma. Yo soy esto que gime, esto que arde, esto que sufre. Yo soy esto que ataca, esto que aúlla, esto que canta. No, no quiero ser esto. Ayúdame a romper estas puertas inmensas. Con tus hombros de seda desentierra estas anclas. Asà crucificaron mi dolor una tarde.Quiero no tener lÃmites y alzarme hacia aquel astro. Mi corazón no debe callar hoy o mañana. Debe participar de lo que toca, debe ser de metales, de raÃces, de alas. No puedo ser la piedra que se alza y que no vuelve, no puedo ser la sombra que se deshace y pasa.No, no puede ser, no puede ser, no puede ser. Entonces gritarÃa, llorarÃa, gemirÃa.