trece se aburre

Estamos ante un hombre que se dedica a la programación, ingeniería, web, administración, a sus labores domésticas, al diseño en cad y a pagar facturas en general...Tuvo una formación como músico de salas durante su juventud al lado de su padre, que le enseñó, mimó y presentó a muchos de los mejores músicos de la escena madrileña durante las memorables noches de la antigua malasaña donde tocaron cientos de veces tanto ante el público más crápula, como el más distinguido de la ciudad.Optó por estudiar y convertirse en un ingeniero.Mientras, forma una banda en Cuenca llamada "en el jardín", con la que grabó su primer trabajito: "¿Pruebas?", Sus primeros pinitos como productor y compositor, que tomó forma de un CD de edición limitada y numerada que se repartió por toda España entre sus fans. Era una edición en forma de juego de magia en la que colaboraron un montón de amigos de la ciudad de las casas colgadas:Sus estudios le obligan a volver a Madrid y en el tiempo que le queda libre (qué poco le gusta estudiar...) compone, toca, produce y diseña un ente que tan solo se mueve por internet. Es un juego del que no puede prescindir, porque lo lleva en las venas... se llama trece se aburre y toma forma en un trabajo llamado "...en el Brasil" en 2006. Se trata de una recopilación de música electrónica, llena de speechs de sus películas favoritas, donde recrea ambientes suaves y tropicales para sus amigos más allegados... Una vez parido su pequeño, con web incluída en la que también incluye la música de "en el jardín":se pone a trabajar como ingeniero y deja de componer durante dos años. Toca pagar facturas.Con el tiempo y, sin darse cuenta, una de sus múltiples personalidades ha estado grabando montones de canciones en secreto: Se trata de "trecex2" y es una colección tan heterogénea que no sabe qué hacer con ella durante meses. Lo mismo una tarde encuentra refugio en el blues, en el soul, en el funk, en el jazz, en el pop, el rock más visceral de los 70 o los 80 o los 90 o los 00, el power pop, el post rock, la música clásica (cuyos conciertos le encanta asistir), la canción de autor, la electrónica, bossanova, el hip hop (que le levanta el ánimo a cualquiera), en fín, que ni él mismo es capaz de poner etiquetas a lo que se encuentra. Igual le apetece tocar una batería o un bajo, o una guitarra, o dos, o el slide, o el piano, o los platos, o la programación de nuevos sonidos o cantar grave como un abuelo, o en falsete o simplemente recitar, o pasar las horas muertas buscando un toque distinto a alguna canción produciendo ante su ordenador. Lleva semanas escogiendo el repertorio, pero no se decide.Le gusta que le escuchen tanto niños como adultos, una combinación que desde hace tiempo no puede verse en los festivales y los conciertos, ya que a alguien se le ocurrió la idea de prohibir la música en vivo a los menores, nuestra fuente de futuros músicos se está secando y así nos va.Tampoco le importan las discográficas, ni la radio, ni los estudios de grabación, ni la técnica. Se trata de un hombre absolutamente esquizofrénico y voluble, que no es capaz de controlar cuál será la personalidad que se adueñe de su mente durante un tiempo siempre inconstante: Un ego de proporciones descomunales enfrentado a una timidez patológica, según el día y con todas las variantes que al lector se le puedan ocurrir. Su tratamiento: la música en todas sus formas. Adorable, ¿verdad?Acaba de descubrir myspace y se le ha ocurrido un nuevo juego... Algo que también está acostumbrado a diseñar.Después de tantos años como monitor de niños pequeños, está ansioso por estrenar éste. Además, el mundo de la construcción está malito. Ahora está repartiendo las cartas, pero que sepa nuestro lector que los ases están marcados, nadie ganará, pero será entretenido. Al menos para el trece. Disfruten, por favor y hagan sus apuestas porque ya somos trece...