Oblivion’s Garden (buscamos cantante femenina)

LOS PRIMEROS PASOS
Se podría decir que la gestación de Oblivion’s Garden tiene lugar en agosto de 2007, cuando José Miguel y Marisol toman la iniciativa de componer canciones juntos. Hasta diciembre, todos los jueves se reúnen en casa de José Miguel; allí surge Sueños Rotos, su primer tema, a partir de remedos de un viejo tema compuesto por José: Revenge.
LA PRIMERA FORMACIÓN
Motivados por este buen comienzo se animan a buscar otros músicos con los que completar el grupo. Los primeros en llegar a través de un anuncio por Internet son Diego, a la batería, y poco después, en noviembre, entra Edu al bajo. Pronto comienzan los primeros cambios, pero aunque algunos malentendidos culminan con la expulsión de Diego, esta baja se suple inmediatamente con la llegada de Vicente, con quien contactan a través de AlicanteMúsica.
Las primeras reuniones tienen lugar en un pub de la Avenida de Novelda, en Alicante, y les sirven para proyectar el posible formato de la banda. Debido a que no había locales disponibles en aquel momento, se instalan en un local equipado de la Nave Iguana a la espera de que quede alguno libre donde poder instalarse sin tener que hacer reservas ni pagar su estancia por horas. Para tomar forma como grupo comienzan a tocar versiones como Another side of me de Gotthard, I believe in miracles de The Ramones o Born to raise hell de Motorhead. Es entonces cuando Edu propone el primer nombre para la agrupación: Badda Bing.
LA SALIDA DE EDU
Después de varias semanas tocando, cuando todo parece ir sobre ruedas, el sonido es compacto y parece haber cordialidad suficiente entre ellos, vuelven a la composición de temas propios. Y con estos surgen diferencias musicales entre Edu y el resto de la banda: uno prefiere decantarse hacia el rockabilly, mientras que el resto matiene la decisión de desarrollar un sonido más cercano al metal. La controversia acaba con la salida del bajista. No obstante, estas tribulaciones sirven para definir de una vez por todas el estilo que buscarán hasta hoy: un metal melódico a la vez que contundente en el que la voz y las partes melódicas sean la parte esencial del grupo.
YANSSEN Y EL LOCAL 17
Durante la Semana Santa de 2008, con la marcha de Edu entra a la guitarra Yanssen, amigo de Vicente con el que ya había tocado antes. Y es gracias a él que consiguen el local en donde hasta hoy ensayan: el número 17 de la Nave Iguana.
UN NUEVO NOMBRE PARA UN NUEVO PROYECTO
Acordada la dirección musical que han de tomar a partir de ahora, el nombre propuesto por Edu parece quedar obsoleto; se hace necesario otro nuevo. Un compañero de trabajo de José Miguel le propone El jardín del olvido, que más tarde daría lugar a una canción homónima. Todos lo acogen con agrado, aunque por eufonía acaban prefiriendo su traducción al inglés: Oblivion’s Garden.
LA LLEGADA DE ADRIÁN, LA SALIDA DE MARISOL Y LA BÚSQUEDA DE CANTANTE
Con Marisol al micro, José Miguel y Yanssen a las guitarras y Vicente a la batería la banda adquiere cierta estabilidad que se traduce en la aparición de nuevos temas propios como El lugar o Mi torre de Marfil. La ausencia de bajista se prolonga varios meses, y aunque a finales de julio de 2008 llegaría, coincide con que Marisol toma la decisión de abandonar el grupo debido a problemas personales. Simultáneamente a la salida de Marisol entra Adrián al bajo, con quien Yanssen contacta a través de un anuncio que el futuro bajista cuelga en Music Factory, en San Vicente.
Lamentablemente, desde la salida de Marisol, se crea una sensación de incertidumbre general. En principio la ausencia de Marisol parecía solo temporal, pero al pasar mucho tiempo sin tener noticias de ella finalmente acuerdan comenzar a buscar otra persona que tome el micro. A partir de aquí la búsqueda de una cantante se vuelve traumática: surgen candidatas que en el último momento deciden dejarlos colgados, otras que se echan atrás el mismo día de la prueba, otras que prometen llamar y no lo hacen. La situación es asfixiante y, aunque se resisten a abandonar el proyecto que les animó a dar sus primeros pasos, empiezan a barajar, sin mucho entusiasmo, la posibilidad de incorporar una voz masculina. Sin embargo, como la fortuna siempre parece favorecer a los tenaces, en medio de tamaña incertidumbre llega Tamara, quien los sorprende con su maravillosa voz y sus ganas de participar.
JORGE Y LA ILUSIÓN
Acto seguido, en septiembre de 2008, se incorpora Jorge, con quien José Miguel contacta casi por casualidad a través de Internet. Sus conocimientos de música y su buen hacer al violín aportan un nuevo aire al sonido del grupo y renuevan la idea de que algo interesante puede salir de todo esto.
LAS PRIMERAS MAQUETAS
La rutina en el local, el nuevo equipo adquirido, los dos ensayos semanales, el trabajo de cada miembro y la cohesión continuamente crecientre entre ellos les permite elaborar un sonido cada vez más homogéneo. La formación ya estable comienza a ilusionarse con la posibilidad de ofrecer conciertos, pero antes necesitan ver cosificada su obra. Cuando un grupo trabaja a diario es difícil percatarse de los progresos y el distanciamiento necesario para configurar un criterio objetivo no parece lo sificientemente efectivo cuando viene dado sólo por personas ajenas al grupo. Necesitan registrar sus canciones y actuar directamente sobre ellas con criterio propio.
Son varias las opciones de grabar, no faltan estudios de grabación cuya oferta es más que atractiva. Sin embargo, las opiniones sobre entrar en un estudio son dispares, surgen discusiones sobre cómo grabar e incluso se plantean si realmente ha llegado el momento. Las dudas acaban resolviéndose gracias a la iniciativa de José Miguel de grabar de modo casero las canciones: mediante un micro y un PC van pasando uno tras otro por casa de José Miguel hasta completar el primer tema del grupo, Sueños Rotos. Dados los medios empleados, el resultado no podría ser más satisfactorio para ellos.
EL DIRECTO
El viernes 13 de marzo de 2009 presentan sus temas en el pub Beethoven, en Alicante. Con un repertorio de siete temas se ponen sobre el escenario y vuelcan todo su trabajo y sus ganas en un concierto breve pero intenso. Gracias, sobre todo, al apoyo de los asistentes, llevan a cabo la actuación que formará parte por siempre de sus recuerdos más preciados.
VIENTOS DE CAMBIO
Si bien cada actuación supone una prueba, este concierto constituye un punto de inflexión esencial en la banda que los lleva a replantearse su corta trayectoria y sus objetivos; lo cual desemboca en la toma de decisiones difíciles. Días después del concierto tiene lugar la salida del grupo de Yanssen y Tamara, sumergiendo de nuevo a la formación en la búsqueda de una voz femenina capaz de alcanzar el listón que Tamara dejara bien alto.
REESCRITURA
El presente no deja de ser un reto para los (ahora) cuatro integrantes. A la constante prioridad de componer nuevos temas y trabajos en el local se suma la acuciante necesidad de incorporar una voz que se adapte al estilo que quieren desarrollar y nuevos músicos que aporten sus visiones a este pequeño mundo en expansión que llamamos Oblivion’s Garden.