About Me
Infidelidad.Salà corriendo,estaba nerviosa, la vista se me nublaba y no podÃa ver con claridad el camino.Tenia que estar en casa pronto.En cuanto pude llegué y subà a mi habitación, necesitaba estar sola para reflexionar sobre la situación. Permanecà allà varias horas, derramando lágrimas saladas sobre mi rostro. SentÃa una sensacion extraña de pena y odio. Estuve un largo rato en la habitación. Fue entonces cuando escucho el chillido de la puerta y una dulce voz que me preguntó: ¿por qué lloras?, por entre mis lágrimas pude ver una chiquilla, que me miraba con ojos dulces y compacientes. ¿por qué lloras? volvió a prenguntarme, le respondà secando mis lágrimas y diciéndole que no comprenderÃa, que era muy pequeña todavÃa y no podrÃa entenderlo. Y agregué -Es un secreto, no puedes decirle a nadie que me has visto llorar-. La chiquilina comprendió rapidamente y se fué.Fue en ese momento en el que deje caer mi cuerpo sobre la cama, estaba cansada y ya no me quedaban lágrimas para seguir mi duelo. Asi y todo, logré consevir el sueño, que por cierto fue muy profundo. En el aparecia la imagen de mi querido, donde estabamos desnudos.Con sus dedos finos desarmaba mi trenza. Poco a poco, bajando lentamente a mi boca, siguiendo por mis senos y un camino que llegaba a la gloria. En ese entonces cuando unimos nuestros cuerpos, nuestras bocas y los suspiros nos dejaban sin aliento, su cuerpo transpiraba dulce, y su piel olÃa a rosas. Desperté húmeda y temblorosa, ardida en la esperanza de ese amor infinito. En ese momento me habÃa dado cuenta que habÃa sido solo un sueño, que habÃa terminado.Desde que desperté de ese sueño encantado de nostalgias, me encontré con un dia gris y lluvioso, podÃa sentir el olor a tierra mojada y ver desde mi ventana el ficus mojado. Estaba muy confundida, y aún podÃa recordar aquel sueño. ¿SerÃa la última vez en la que harÃamos el amor y la última en que nos verÃamos?. No lo sabÃa, no soportaba la idea de no volver a verlo. Pase todo el dÃa encerrada, bajo el cielo cubierto. No podÃa perdonarme, estaba perseguida y atrapada en mis propias culpas. ¿Como podÃa lastimarlo a el ? justamente a el. ComprendÃa que esta vez el daño era irreparable, que nada podrÃa borrar la cicatriz que deje en su corazón, tan fragil. Decidà no lavar la remera en con la que estuve por última vez con el, al menos me quedarÃa su olor.TenÃa que seguir con mis quehaceres habituales, lo cual era dificil cuando memoraba aquel momento en el que nos dijimos adiós. Mis dÃas eran largos y cada ricón del pueblo tenÃa recuerdos junto a el. TenÃa muchas incognitas en mi cabeza,¿Me estarÃa olvidando?, ¿Me extrañarÃa? ¿tendrÃa las mismas ganas de verme?. Era algo que no podÃa saber. Todo me daba igual. El ya no estaba.Esa misma noche, tras varios intentos, pude poseer mi sueño. Otra vez el se encontraba junto a mi, esta vez los dos sentados bajo un manzano de un parque, donde la brisa era tibia y todo nuestro alrededor era olvido. Ahà estabamos, mirándonos.Nos miramos por largo rato, sin tocarnos. Se parecÃan a las miradas que nos hacÃamos encerrados en su altillo, donde pasabamos la mayor parte del tiempo juntos, a veces en compañias de humo y otras acopañados por algún vino.Cuando desperté eran las 7 y 10 am. Fuà hasta la cocina, me preparé un café y prendà un cigarrillo.Me asomé a la ventana, el cielo ya no estaba cubierto de grises nubes, esta vez estaba naciendo el amanecer. Un silencio suave colmaba mis oidos. Aprobeche ese tiempo para viajar al pasado, (dicen que no es bueno, pero para mi el pasado no es pisado), en fin recorde momentos de felicidad, tenÃa muy pocos malos recuerdos junto a el. Abrà mi cabeza por un instante y deje que la corriente de la temprana mañana se lleve junto a ella mi dolor.Sentà que asà era la manera de la corrosiva y consumidora fuerza del dolor, poseerlo, encontrándole el sabor y dejarlo ir. Aprendà nuevamente que no mata, que se puede sobrevivir al dolor y a la angustia que a veces nos deja el amor.