LAS CALLES DE Buenos Aires ya son mi entraña.
No las ávidas calles, incómodas de turba y ajetreo,
sino las calles desganadas del barrio, casi invisibles de habituales,enternecidas de penumbra y de ocaso y aquellas más afuera, ajenas de árboles piadosos donde austeras casitas apenas se aventuran, abrumadas por inmortales distancias, a perderse en la honda visión de cielo y llanura. Son para el solitario una promesa porque millares de almas singulares las pueblan, únicas ante Dios y en el tiempo y sin duda preciosas.
Hacia el Oeste, el Norte y el Sur se han desplegado -y son también la patria- las calles; ojalá en los versos que trazo estén esas banderas.Jorge Luis Borges.-
El Angel de la Bicicleta
Cambiamos ojos por cielo/Sus palabras tan dulces, tan claras/Cambiamos por truenos/Sacamos cuerpo, pusimos alas/
Y ahora vemos una bicicleta alada que viaja/Por las
esquinas del barrio, por calles/Por las paredes de baños y cárceles/¡bajen las armas /que aquà solo hay pibes comiendo /Cambiamos fe por lágrimas/Con qué libro se educó esta bestia/Con saña y sin alma/Dejamos ir a un ángel
Y nos queda esta mierda/Que nos mata sin importarle
De dónde venimos, qué hacemos, qué pensamos/Si somos obreros, curas o médicos/¡bajen las armas/Que aquà solo hay pibes comiendo!/Cambiamos buenas por malas/Y al ángel de la bicicleta lo hicimos de lata/Felicidad por llanto
Ni la vida ni la muerte se rinden/Con sus cunas y sus cruces/Voy a cubrir tu lucha más que con flores/
Voy a cuidar de tu bondad más que con plegarias/¡bajen las armas/Que aquà solo hay pibes comiendo!/Cambiamos ojos por cielo/Sus palabras tan dulces, tan claras/Cambiamos por truenos/Sacamos cuerpo, pusimos alas/Y ahora vemos una bicicleta alada que viaja/Por las esquinas del barrio, por calles/Por las paredes de baños y cárceles/¡bajen las armas
Que aquà solo hay pibes comiendo!/Leon Gieco.