Manta Ray sà que eran otra cosa.
Manta Ray abrieron una puerta a los grupos que pretendÃan ir un paso mas allá. Porque, si, Manta Ray era un grupo para músicos, aunque solo fuéramos músicos imaginarios. Todos flipamos la primera vez que los vimos en directo. Eran tan sutiles y tan demoledores como apabullantes y elegantes. Era uno de esos grupos tras cuyo concierto salÃas con ganas de montar un grupo. Todos querÃamos ser Nacho y arpegiar durante horas sin pestañear como hizo él en aquel estremecedor “Scoreâ€. Todos querÃamos mantener el tipo como Nachón haciendo que los músculos se tensaran con cada nota de bajo de “Adamoâ€. Todos querÃamos cantarle al viejo rey follador mientras hacÃamos chillar una guitarra eléctrica. O ser el tipo que aprieta botones y teclas de manera aleatoria y luego resulta que todo encaja. O si en el reparto nos tocaba la baterÃa, ser un baterÃa en primera fila como Xabel.
Hicimos muchos kilómetros para ver a Manta Ray en su gira “Esperanzaâ€. Hicimos muchos kilómetros para ver a Manta Ray con Schwarz en la gira de “Heptágonoâ€. Hicimos muchos kilómetros para poder varios conciertos de la gira de “Estratexa†porque no nos conformábamos con verlos una sola vez por gira.. No pudimos hacer los kilómetros necesarios para ver ese último concierto de Manta Ray en Bilbao porque nadie nos dijo nunca que serÃa el último.
Por eso reivindicamos nuestro derecho como fans de disfrutar cada nota de Manta Ray por última vez.
Queremos una gira de despedida en condiciones. Con álbum en directo posterior si no es ya mucho pedir.
Nos lo hemos ganado.
Y lo sabéis.