Su ritmo es rápido y breve y no suele pasar más allá de los primeros compases del pasodoble "El gato montés". Se la zurra con la derecha porque dada su edad y prepotencia no precisa cambiar de mano. La despiadada catarata se produjo al quinto vaivén profundo tras no más de dos de tanteo. Según informes de la guardia Civil ni babeó ni bizqueó