Cerediar Argentina representa en el pais la ONG CEREDIAR ORG. Directora en Argentina Dra Adriana Salvino.Con el generoso padrinazco de Los Hermanos Abalos. Programa de la ONG CEREDIAR ORG (Organisazion no gouvernamental francesa de la ley de 1901) para una ayuda humanitaria y proyecto global de desarrollo economico y social del grupo Tonocote de Santiago del Estero. Los Tonocotes son un grupo precolombino que se agrupaban en el sitio de Icano (hoy municipio), en el Estado de Santiago del Estero en la Republica Argentina. En la actualidad se encuentran fuertemente mestizados representando las capas mas pobres de la sociedad local. Una tempestad destruyo la totalidad de sus viviendas y nuestra ONG abre una antena local para ayudar a su reconstruccion. [email protected]
_________________________________________________________ ORIGEN:
De acuerdo con las iniciales crónicas españolas del siglo XVI, en la región centro-sur de la provincia de Santiago del Estero, vivÃan los JurÃes, aborÃgenes sedentarios y agricultores, denominación que posteriormente -según algunos autores- caerÃa en desuso y serÃa suplantada por la de Tonocotés.UBICACIÓN:El área, comprendida por la cuenca de los rÃos Dulce y Salado, fue el punto de concentración de los Tonocotés, en la franja centro-sur de la actual Provincia de Santiago del Estero. VivÃan al norte con los Lules, al sur con los indios Sanavirones, y al oeste con los Diaguita-CalchaquÃes y al este, el rÃo Salado.
ASPECTO FÃSICO:Procedencia brasÃlida y estatura mediana.ECONOMÃA:Sedentarios, agricultores, hábiles pescadores y recolectores. Cultivaban el maÃz, zapallo y frijoles o judÃas. Sembraron en terrenos cercanos a los rÃos, para asà utilizar el fértil limo que dejaban los desbordes de las aguas al retirarse los mismos tras su crecida anual. Esta actividad se conoce como agricultura de bañado. Criaban y cazaban llamas y ñandúes.Fueron muy hábiles en la pesca a mano, según nos cuenta el padre Lizarraga en su Descripción Colonial: "...ceñidos de su soga a la cintura; están gran rato debajo del agua y salen arriba con seis, ocho y más pescados colgados en la cintura". También pescaron con flechas.Al igual que otros pueblos del noroeste del norte argentino, la recolección de la algarroba les permitió realizar el patay y bebidas alcohólicas. Su defensa la ejercÃan a través del arco de gran tamaño y flechas con puntas envenadas; también usaron la macana (arma contundente semejante al machete).ARTE:Los Tonocotés produjeron excelentes facturas en el arte alfarero, como urnas funerarias y vajillas de la vida diaria. Pintadas de varios colores,
de formas sencillas y decorados con figuras geométricas y otras con imágenes de serpientes y aves.VIVIENDA:Eran circulares, construidas con material perecedero y las ubicaban perfectamente en túmulos o mounds, pequeñas lomadas del terreno construidas artificialmente.ORGANIZACIÓN SOCIAL:Se agrupaban en pueblos, construyendo empalizados alrededor con el objeto de defenderse de posibles ataques.VESTIMENTA:Los hombres vestÃan delantales cortos de plumas de avestruz. Las mujeres cubrÃan su cuerpo con telas hechas con fibras de caraguaté. También utilizaban prendas de cuero y lanas.RELIGIÓN:Adoraban a Cacanchic, que tenÃan caracterÃsticas buenas y malas a la vez. Se lo invocaba como protector de las siembras o para realizar buenos negocios.
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EL ORIGEN por Arq Adriana Salvino: De acuerdo con las iniciales crónicas españolas del siglo XVI, en la región centro-sur de la provincia de Santiago del Estero, vivÃan los JurÃes, denominación que posteriormente -según algunos autores- caerÃa en desuso y serÃa suplantada por la de Tonocotés. (hombre colorado en su lengua originaria), la que aparece por primera vez en un documento de 1574.
Esta parcialidad étnica habitó dicha región, incluyendo Icaño, desde unos 500 años después de Cristo.Los Tonocotés llevaban una vida sedentaria y tranquila, en pacÃfico intercambio con sus vecinos del Norte, los Diaguitas y del Sur, los Comechingones y los Sanavirones, distribuidos por la provincia de Córdoba.
Repentinamente los Guaicurúes y otras tribus muy belicosas provenientes de Corrientes, Chaco y Misiones, se lanzaron hacia el Oeste, empujando a los habitantes originales de Chaco hacia las montañas de Salta y Tucumán, y otra parte hacia lo que es hoy Santiago del Estero.
A partir aproximadamente del año 900 d.C. se comenzó a sufrir constantes invasiones de esta otras etnias: los lules y los vilelas. Ambas fueron denominadas en conjunto "JurÃes" por los españoles (la palabra "juri" proviene de "xuri" o "zuri", como se designaba al avestruz). Incluso los tonocotés, de rasgos y cultura diferente, fueron englobados por los europeos dentro de esa simplificación lingüÃstica, mencionándolos en sus documentos, frecuentemente, como "jurÃes".
Con posterioridad a las primeras invasiones lules y vilelas del 900, se fueron produciendo mestizajes e intercambio cultural entre estas dos parcialidades, con lo cual muchas de las caracterÃsticas de cada una quedaron sintetizadas en el primitivo poblador de Icaño y serÃan transmitidas, más tarde, a todas sus generaciones.
Como vemos, la etnia Tonocoté estuvo diseminada en la parte centro occidental de la actual provincia de Santiago del Estero, en una región llana formando un óvalo horizontal imaginario con lÃmites aproximados a las actuales localidades de San Pedro de Guasayán, Suncho Corral, Los Telares y Bandera. Es decir, rozaba en su extremo Oeste la hoy provincia de Catamarca y hundÃa su extremo Este en la entonces muy selvática región del Chaco Santiagueño. La vasta extensión ocupada por los tonocotés estaba atravesada por los rÃos Salado y Dulce. Más abajo se desplegaban los comechingones, extendidos mayoritariamente en el norte de Córdoba
Estos últimos junto con los Quilmes, Lules y los Tonocotés, estuvieron entre las etnias que mayor resistencia ofrecieron al conquistador español, prolongando su denodada lucha contra el avasallamiento europeo en algunos casos hasta ya entrado el siglo XX.
ASPECTO FÃSICO: Procedencia brasÃlida y estatura mediana. Son una rama de la familia Arawak
ECONOMÃA: Sedentarios, agricultores, hábiles pescadores y recolectores. Cultivaban el maÃz, zapallo y frijoles o judÃas. Sembraron en terrenos cercanos a los rÃos, para asà utilizar el fértil limo que dejaban los desbordes de las aguas al retirarse los mismos tras su crecida anual. Esta actividad se conoce como agricultura de bañado. Fueron muy hábiles en la pesca a mano, según nos cuenta el padre Lizarraga en su Descripción Colonial: "...ceñidos de su soga a la cintura; están gran rato debajo del agua y salen arriba con seis, ocho y más pescados colgados en la cintura". También pescaron con flechas. Al igual que otros pueblos del noroeste del norte argentino, la recolección de la algarroba les permitió realizar el patay y bebidas alcohólicas. Su defensa la ejercÃan a través del arco de gran tamaño y flechas con puntas envenadas; también usaron la macana (arma contundente semejante al machete).
Los tonocoté eran criadores de llamas; como sus hermanos de las zonas andinas; utilizaron a esos animales como proveedores de lana para sus tejidos y también para carga.
Es evidente que existÃa un intenso intercambio económico y cultural entre las tres regiones, constituyendo el centro –que se ubicaba más bien al Oeste, en la región donde actualmente está FrÃas e inicia su territorio Catamarca, un espacio de gran actividad hacia un periodo que fue calculado como en el año 500 después de Cristo –es decir unos mil años antes de la llegada de los invasores españoles.
ARTE: Los Tonocotés produjeron excelentes facturas en el arte alfarero, como urnas funerarias y vajillas de la vida diaria. Pintadas de varios colores, de formas sencillas y decorados con figuras geométricas y otras con imágenes de serpientes y aves. Estos aborÃgenes fueron ceramistas de diseños complejos. Las figuras antropomórficas (con forma humana), embellecen con lÃneas estilizadas sus obras artÃsticas, asà como los pájaros o felinos. Tal arte antiguo es el que dotó a la cultura santiagueña con algunos de sus más hermosas figuras. Asà la proverbial lechuza, que hoy se ve repetida una y otra vez en tapices o cuadros modernos
VIVIENDA: ConstruÃan sus viviendas con forma semiesférica, de cañas y finas ramas a las que daban la forma curvilÃnea. La estructura vegetal era solidificada después con adobe. Estas casas solÃan disponerse de un modo orbicular, alrededor de inmensos patios comunitarios, sobre altos túmulos de tierra apisonada, que mantenÃan las viviendas fuera de cualquier riesgo de inundación. Los clanes se distribuÃan de esa manera con espacios arbolados y huertas en medio, semejando especies de barrios interconectados.
ORGANIZACIÓN SOCIAL: Se agrupaban en pueblos, construyendo empalizados alrededor con el objeto de defenderse de posibles ataques. Posiblemente dicha modalidad se inició al ingresar los lule-vilelas en el territorio diaguita-tonocoté
Los tonocotés no eran belicosos por naturaleza, pero las constantes invasiones de los lules y vilelas, ya mencionadas, los obligaron a desarrollar una cada vez más afinada técnica militar. Usaban flechas envenenadas. Se cree que adquirieron técnicas militares también de sus vecinos del Sur, los Comechingones, quienes sustentaban una organización militar más avanzada.
La expansión incaica, que fue paulatina, se empezó a consolidar hacia 1450, apenas poco antes de la conquista española. Al parecer influyó poco en los habitantes de esta región, expresándose principalmente a modo de acuerdos sin guerra.
La introducción del quechua se dio tardÃamente, a través de los mitimaes, aborÃgenes colaboracionistas con los españoles, a quienes ellos introdujeron entre los lules y tonocotés para facilitar la conquista.
VESTIMENTA: Los hombres vestÃan delantales cortos de plumas de avestruz. Las mujeres cubrÃan su cuerpo con telas hechas con fibras de caraguaté. También utilizaban prendas de cuero y lanas.
RELIGIÓN: Los clanes de aborÃgenes poseÃan brujos, que hacÃa de intermediario ante la divinidad. Se adoraba a un ser llamado CACANCHIG, que tenÃan caracterÃsticas buenas y malas a la vez. Se lo invocaba como protector de las siembras o para realizar buenos negocios. Para pedir sus beneficios poseÃan oráculos donde se realizaban ofrendas: sacrificios de mujeres vÃrgenes o aves muertas. Como cultura andina por hibridación, también, participaban del culto al sol, la luna, la tierra, el trueno y el relámpago.
Se respetaba de sobremanera, el nacimiento, la vida y la muerte. Sus Ãdolos eran La Lechuza y La VÃbora, tal como lo muestran sus pinturas rupestres y en la alfarerÃa.
La Lechuza representa lo elevado, lo que está por sobre de ellos: el agua; la lluvia y el aire
La VÃbora representa la tierra y la fertilidad en la cosecha.
Su representación junta significa la fertilidad y fecundidad.
Su rito funerario era muy supersticioso, primero enterraban a los muertos hasta que las partes blandas desaparecieran. Una vez descarnado el cuerpo se lo colocaba en urnas de barro decoradas, para, por fin, enterrarlos debajo de las viviendas.
Según el ciclo de la vida, el alma se convertÃa en estrella, viaje para el que a los difuntos se los enterraba con alimentos y bebidas.
Fumaban en pipa, de modo ritual, asà como también efectuaban otros rituales propiciatorios para los ciclos agrÃcolas, asà como para obtener la necesaria lluvia. El cebil era utilizado para numerosas ceremonias mágicas, entre ellas la adivinación del futuro.
Participaban del culto a la Pacha Mama o Madre Tierra, al igual que en Perú o Bolivia.
Entre sus diseños se encuentra también a la "mujer pájaro", divinidad presente en toda la región.
LENGUA: De la lengua originaria solo quedaron como vestigios dos palabras que su traducción fue inferida por investigadores. Estas son:
Gasta = Pueblo y Gualamba = Grande.
Hoy los miembros de la Nación Tonocoté hablan un dialecto propio derivado del quechua.
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