...El capitalismo moderno necesita hombres que cooperen mansamente y en gran numero; que quieran consumir cada vez mas; y cuyos gustos esten estandarizados y puedan modificarse y anticiparse facilmente. Necesita hombres que se sientan libres e independientes, no sometidos a ninguna autoridad, principio o conciencia moral -dispuestos, empero, a que los manejen, a hacer lo que se espera de ellos, a encajar sin dificultad en la maquina social-; a los que se puede guiar sin recurrir a la fuerza, conducir, sin lideres, impulsar sin finalidad alguna -excepto la de cumplir, apresurarse, funcionar, seguir adelante.
... El hombre moderno esta enajenado de si mismo, de sus semejantes y de la naturaleza....
Las relaciones humanas son esencialmente las de automatas enajenados, en las que cada uno basa su seguiridad en mantenerse cerca del rebaño y en no diferir en el pensamiento o sentimiento o la accion. Al mismo tiempo que todos intentan estar tan cerca de los demas como sea posible, todos permanecen tremendamente solos, invadidos por el profundo sentimiento de inseguiridad, de angustia y de culpa que surge siempre que es imposible superar la separatidad humana. Nuestra civilizacion ofrece muchos paliativos que ayudan a la gente a ignorar conscientemente esa soledad: en primer termino, la estricta rutina del trabajo burocratizado y mecanico, que ayuda a la gente a no tomar conciencia de sus deseos humanos mas fundamentales, del anhelo de transcendencia y unidad. En la medida en que la rutina sola no basta para lograr este fin, el hombre se sobrepone a la desesperacion inconsciente por medio de la rutina de la diversion, la consumicion pasiva de sonidos y visiones que ofrece la industria del entretenimiento; y ademas por medio de la satisfaccion de comprar siempre cosas nuevas..."
El arte de amar de Erich Fromm, 1956